Amaia es el punk de la música comercial: icono contracultural, reina de internet y con salseo amoroso
Amaia Romero ha revolucionado la industria musical española y solo tiene 21 años
Amaia Romero, más conocida como Amaia de España es una persona que, con tan solo 21 años, ha revolucionado la industria haciendo algo tan simple como ser ella misma, de una manera completamente transparente y sincera. Admite ser un desastre, pide perdón al cagarla, se le olvida depilarse... A mí me flipa Amaia, y creo que es la estrella más punk que tenemos ahora mismo dentro del mainstream. ¿Que por qué? Tranquilite, que te lo voy a explicar.
Primer símil: la situación social calentita
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Empecemos por el principio, por si alguien ya se ha perdido nada más empezar: ¿qué es el punk? El punk es un movimiento musical y filosófico que nace a mediados de los años setenta en Estados Unidos y Reino Unido, fruto de una juventud que se encuentra con una gran depresión económica y que comienza a ser muy crítica con los valores y normas de la sociedad en la que viven. ¿Os suena? Esta generación de rebeldes generó una contracultura que quería ser independiente de los circuitos comerciales de la industria musical. Algunos de los grupos más importantes de aquel momento fueron Sex Pistols, The Clash o Ramones.
Cuando Amaia empieza a brillar como estrella en 2017 tras su paso por un concurso musical, nosotros los millenials, hijos también de una gran crisis económica, estamos de nuevo poniendo en duda muchos de los dogmas de la sociedad tardocapitalista en la que nos ha tocado vivir nuestra "adultez". Vale que no salimos mucho a la calle gritar ni destrozamos hoteles pero, sí que tenemos armas para luchar: los memes. Y algunos pensarán, "los memes no son peligrosos, los memes son bobadas", pero algo de peligro tendrán cuando en 2016, el Partido Popular presentó ante el Congreso una propuesta con la intención de reformar la Ley Orgánica de protección del derecho al honor y a la intimidad personal, poniendo el foco en la difusión los memes precisamente. ¿Os acordáis de ese momento? Épico. O cuando los kpopers fancamearon a VOX, mucho más recientemente.
¿Y dónde están los memes? En Twitter. ¿Y quién fue la reina de Twitter durante toda su estancia en Operación Triunfo 2017? Exacto: Amaia. No hubo un solo día en que su impactante naturalidad no se hiciese superviral por cualquier detalle insignificante de sus andanzas durante el concurso.
Amaia se convirtió en nuestro meme diario, lo que rompe con la idea anteriormente aceptada de estrella mainstream. Los memes humanizan al artista y sus vídeos la convirtieron en un ídolo contracultural porque la vimos cercana, a nuestra altura, con un total de cero unidades de aires de diva con sus "pero qué mechas californianas, si yo soy de Pamplona".
Segundo símil: su rechazo hacia la prensa amarillista
Atención, que tras toda esta intensidad académica llega el salseo (que es lo que nos gusta). Durante su paso por televisión pudimos ver toda la relación sentimental de Amaia con Alfred, es lo que tiene enamorarse en un reality show. Tal fue la exposición que los acabamos mandando a Eurovisión a cantar sobre su amor, luciéndolos como unos Peetah y Katniss, de 'Los Juegos del Hambre', en versión musical y española.
Pero, ¿qué pasa después de toda esta historia de amor? El concurso termina, Eurovisión finaliza y España no puede evitar seguir pendiente de cada movimiento de Amaia. Y ella, va, y nos regala lo más inesperado: el silencio. Apenas sabemos de ella en sus redes sociales, que declara no saber usar, tan sólo vemos unos cuantos directos en los que, sin darse cuenta, nos enseña dónde vive, y luego se le presentan allí los fans, claro. Y después de otro directo con la mismísima Rosalía que ya es historia de España, más silencio, silencio y silencio. Su disco no sale, sus compañeros no paran de petarlo y ella sigue en silencio. Hasta que, de pronto, ¡boom! ¡Canción con Carolina Durante!
Gracias a 'Perdona (Ahora sí que sí)' y a sus apariciones en los conciertos del grupo nos enteramos de algo: Amaia está con Diego, cantante del grupo. Pero nunca dicen nada públicamente ni confirman nada. No hay exclusivas ni declaraciones públicas de amor. Y en un país acostumbrado a las portadas del corazón, esto es ir a hacer mucho daño. Pero no tanto como el que demuestra la letra de la canción del grupo, 'El año'. Un tema que, en mi cabeza, claramente va dedicada a nuestra querida Amaia. Aquí algunos de las versos:
"No es adecuado seguir así. Lo que cambian las cosas en un año. Te veía en todos los putos lados. El otro día contigo en mi cuarto, en mi cuarto"
¿Pues a quién iba a ver Diego? Mi mente paranoica lo tiene bastante claro.
"Yo quiero verte feliz. Ellos no quieren verte conmigo. Suelo pensar demasiado en mí. Pero contigo no ocurre lo mismo".
Esta última parte me recuerda a las declaraciones que hizo el grupo en una entrevista para El País en la que decían que habían recibido amenazas de muerte por parte de los fans de OT, que acusaban a Diego de haberse interpuesto en la relación entre Alfred y Amaia. Toma salseaco.
Pero de esto Amaia nunca ha dicho ni mú, ella sigue con su vida, tranquila, estando en el punto de mira sin querer, como siempre. De hecho, actualmente le está pasando algo parecido con su supuestamente nuevo novio, el actor y músico Alex de Lucas, cantante de The Parrots. Ellos no dicen nada, pero los marujones lo vemos todo.
Tercer símil: planta cara a la industria musical
Que seas dulce, amable, joven y agradable, no te convierte en ninguna mosquita muerta. Y Amaia es el mejor ejemplo. Entre "jijis y jajas", esta chica te cuela lo que a ella le da la real gana. En este tercer símil vamos a partir de una diferencia entre la cantante navarra y el punk de los 70: ella sí es una virtuosa musical. Tiene una formación académica más que sólida y una técnica impecable. Pero su lado punk está en que Amaia también se plantó ante la industria discográfica, que al parecer, tenía unos planes muy distintos para nuestra heroína.
Se negó a sacar un disco rápido como otros compañeros y ganar dinero y éxito fácil aprovechando el tirón comercial del talent show. Quiso componer su propia música, escribir sus propias letras y hacer las cosas a su manera. Con su familia, con sus tiempos, con sus normas. ¡Y tanto que con sus normas! Sus letras no riman, por ejemplo. Pero es difícil no engancharse a ellas cuanto más las escuchas.
"Había mucha prisa por sacar un disco, pero yo quería hacerlo bien y cuidar cada detalle, quería hacerlo perfecto. Y entonces dije que necesitaba más tiempo. Si lo hubiese sacado tras OT igual hubiese tenido mejores números, pero entonces no tendría cosas que ahora tengo, como la libertad", declaraba Amaia en una entrevista a El País en junio de 2019. Y además, nos ponía el hype por las nubes al decir: "Creo que ha quedado una cosa supercoherente. Me sorprendo a mí misma con lo que he hecho". Pues si ella se sorprendió con su disco, imagina cómo nos quedamos sus fans.
Cuarto símil: indiferencia por los cánones estéticos establecidos
Desde la humildad y la ingenuidad más absolutas, Amaia no se ha ceñido nunca a los patrones marcados para ser una estrella. Ella brilla con luz propia. Sin pretenderlo (o sí, los caminos de Amaia son inescrutables) se ha convertido en un icono, pero perece que no termina de creérselo.
Aparece con las axilas sin depilar porque "se le olvida". Con un bolso de Hannah Montana en el photocall del preestreno de una película. Le da igual todo. Genera titulares rancios a millones y artículos de indignaditos. ¡Cómo se atreve a pasar de "lo normal"!
No sabemos sin abrazará el 'No future' clásico del Punk original, pero sin duda parece abrazar el "que le den a todo" que nos hizo caer rendidas a sus pies desde el primer momento en que la vimos. Si no depilarse o llevar el look más mamarracho del mundo te cierran las puertas de un sector, a Amaia no le interesa estar en él. Y nosotros nos vemos representadísimos porque somos unos rebeldes sin causa, y porque nos parece muy bonito plantarse ante las autoridades, aunque sean estéticas. Qué le vamos a hacer.
Recapitulando, Amaia se ha convertido en un icono contracultural, rompe con la industria musical, vive su vida haciendo lo que le da la gana, relajadita y sin dejar indiferente a nadie. A su rollo, pero petándolo. Lo dicho, "God Save Amaia". Larga vida a la Reina de España. We stan <3