Agustín G. Cascales: "Todavía hay gente que piensa que si eres LGTBI y lo dices, va a ser perjudicial para tu carrera"
Hablamos con Agustín G. Cascales, redactor jefe de la revista LGBTBI 'Shangay', al que le presionaron para que no publicara una entrevista en la que un cantante emergente le había confirmado que era gay
"Todos pensábamos que Pablo Alborán era el último bastión, que cuando él saliera del armario, cualquiera podría. Pero después de esta situación vemos que no", sostiene el periodista
Esta situación que creó en redes una conversación superinteresante sobre el tema y que tratamos en Yasss con él
Hace unos días, un tuit de Agustín G. Cascales, redactor jefe de la revista 'Shangay' (medio especializado en información LGTBI), se hacía viral:
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280 caracteres que en unas horas se transformaron en un artículo escrito a golpe de rabia. En él, el periodista exponía que el agente de un cantante famoso no quería que publicara una entrevista porque este último había confirmado que era gay. Pero antes de llegar hasta aquí, rebobinemos un poco y comencemos por el principio.
Agustín G. Cascales consiguió una entrevista con un artista emergente bastante conocido. Una charla que le costó cerrar porque por más que se ponía en contacto con su gabinete de comunicación, no obtenía respuesta. Hasta que su agencia le escribió y él, claro, dijo que sí, que estaba muy interesado. Así que quedaron en que le entrevistaría por videollamada.
"Yo le había entrevistado hace dos años, conectamos bastante y, cuando apagué la grabadora, me confesó que era gay, pero que no estaba preparado para decirlo públicamente. Me dijo que cuando llegara el día lo contaría porque no lo sabía ni su familia", cuenta a Yasss el periodista.
Ese momento llegó hace unos días. Casi al terminar la entrevista por Zoom y rodeado de parte de su equipo, el cantante se abrió sin problemas y le dijo que era parte del colectivo y que ya lo sabía su gente cercana. "En ese momento yo flipé. Se lo habían preguntado mucho en los últimos tiempos y él había esquivado las respuestas. Estuvimos hablando durante 10 minutos sobre esto y acabé supercontento. Encima era una exclusiva. Acabamos haciéndonos fotos y todo", apunta.
¿LGTBIfobia en la industria musical u oportunidad para una exclusiva?
La historia tendría un tono diferente si se hubiera acabado aquí. Pero por desgracia, y como plasmó Agustín G. Cascales en "el artículo que no me hubiera gustado escribir" (pero que había que escribirlo) en 'Shangay', el final fue bastante diferente y agridulce: "A las pocas horas, recibí un correo de su agencia diciéndome que, por favor, toda la parte que habíamos hablado de su sexualidad no la incluyera porque no querían que ese tema se tratara. Que solo me dejaban publicarla si lo hacía sin esa parte".
Un email que desató una batalla de correos de ida y vuelta que duró unos cuatro días, y que acabó con el artículo sin publicar. "Al principio pensé en sacarla sin eso, luego que por qué me iban a vetar si no habíamos pactado nada antes. Entonces me puse más guerrero y les dije que si no la publicaba entera, no la iba a publicar", comenta dolido el periodista.
"Todos pensábamos que Pablo Alborán era el último bastión, que cuando él saliera del armario, cualquiera podría. Pero después de esta situación vemos que no", continúa Agustín G. Cascales. Una situación que califica de triste, ya que al final se tiene la sensación de que los artistas siguen siendo "un producto que vender y quienes los llevan deciden cómo se va a vender ese producto. Es muy triste porque al final son personas".
No obstante, después de darle mil vueltas estos días, confiesa a Yasss que quizá se ha dado por otros motivos. "Es el mánager el que lo ha pedido directamente. Yo, pensando mucho y retorcido, llegué a la conclusión de que también podía ser que como saca disco el año que viene, iba a dar la exclusiva a una revista internacional. Porque que un artista homosexual contrate a un mánager homófobo no tiene mucho sentido. Así, o es por miedo a que su carrera no despegue o la exclusiva. Son las únicas opciones que encuentro", resume.
El apoyo (no esperado) de las redes sociales
Para el periodista esta situación le supuso un buen sofocón ("lo pasé realmente mal", afirma), aunque ha acabado encajándola de manera positiva sobre todo gracias a las redes sociales, "las cuales se volcaron conmigo después de que pusiera el tuit. Y eso que suelen ser un nido de víboras donde solo se escupe veneno". En este caso, Cascales obtuvo la respuesta más bestia de apoyo, de cariño y de reflexiones constructivas de su vida. "Solo unos pocos cotillas me preguntaron para saber quién era", confiesa.
Así, al hilo del tuit, se creó una conversación superinteresante para saber si sigue habiendo LGTBIfobia en la industria musical. En pleno S. XXI. En España. Un diálogo público al que se sumaron muchísimos mensajes privados de músicos y actores que contaban a Agustín G. Cascales historias parecidas a esta: "En ellos me relataban los problemas que tenían a la hora de reunirse con sus managers y decirles que eran gays, con miedo a que el manager les rechazara. Por una vez, puedo decir que las redes me han hecho ver esto de forma positiva".
Y añade esta dolorosa frase: "El mensaje es que cierta gente que trabaja en los medios y la industria del entretenimiento piensa que, si tú eres LGTBI y lo dices, va a ser perjudicial para tu carrera. Y es algo tremendo en 2021".
Una situación que había vivido de alguna manera a lo largo de sus veinte años al frente de 'Shangay', pero nunca de una forma tan extrema: "Sí me había pasado que al terminar las entrevistas con artistas LGTBI que no se sabía públicamente que eran del colectivo me decían que no tratara el tema. También me ha pasado con artistas que se suponía que eran LGTBI a los que yo les sacaba el tema de una forma sutil y algunos me han respondido hasta con violencia". En este sentido, continúa, también reconoce que algún actor, tras decirle que era guay, después le había pedido que no lo pusiera en el artículo porque si no, no le iban a ofrecer papeles de personajes heterosexuales.
Pero, en estos años, también se ha encontrado con lo contrario, con experiencias positivas. Como cuando ha entrevistado a personas que eran LGTBI de las que no tenía constancia que lo fueran y que se lo dijeron "con total naturalidad". Ojalá este último tipo de entrevistas se vuelvan de una vez por todas la norma.