Logo de yasss
Cultura

yasss

Inma Franco busca plantar cara al acoso escolar con su libro: “Si no le paras los pies a un acosador, eres cómplice del bullying"

  • Inma Franco, conocida por sus TikToks, ha dado el salto a la literatura publicando su primer libro: 'Acéptate'

  • La joven busca visibilizar a través de su historia personal cómo nos influye el bullying y la forma en que los adultos se convierten en cómplices

  • Inma comparte lo que ha significado para ella publicar este libro y algunos consejos para hacer amigos cuando eres adulto y te sientes diferente

Inma Franco (21 años) saltó a la fama gracias a sus vídeos en TikTok, en los que con una sensibilidad única plantaba cara al bullying que había recibido no sólo en su vida privada, sino también en las redes sociales.

Había una pregunta que siempre se repetía en todas sus publicaciones, independientemente del tema sobre el que tratasen: “¿Qué te pasa en la cara?”, y con un contundente vídeo zanjó toda polémica y su cuenta se hizo viral. Ahora acumula ya 28 mil seguidores en Instagram y más de 300 mil en TikTok.

Pero el camino de Inma no había llegado a su destino final con el éxito en redes sociales; había una parada más que acaba de cruzar. Se trata de su libro, 'Acéptate', en el que a lo largo de ocho capítulos narra desde sus operaciones por padecer el síndrome de Saethre-Chotzen, el bullying que recibió por parte de alumnos y profesores, y la superación personal que le llevó a superar estas experiencias tan difíciles.

La decisión de dar el salto a la literatura ha sido contar su historia y, tal y como ha compartido con Yasss, “poder ayudar a más personas que estén pasando por una situación similar o que estén en un proceso de adaptación consigo mismos, y así concienciarles de que el verdadero valor de la vida es saberse aceptar a uno mismo, que no hay que fijarse en la opinión de los demás y que no hay que cambiar por nadie más que por uno mismo”.

Lidiar con el acoso escolar: la experiencia de Inma

“Estábamos en clase como en un día cualquiera, yo sola con la mirada baja mientras todos murmuraban a mi alrededor. De pronto entró la profesora de inglés y empezó la clase. Todos estaban revueltos, no paraban de hablar, y la profesora se estaba cabreando. Yo no estaba prestando atención a la clase, pues la profesora y yo no nos llevábamos bien, y de repente escuché: ¡Os calláis u os siento con quien no queréis! De repente, levanto la mirada y veo a toda la clase callada, mirándome. No os podéis imaginar cómo me sentí en ese momento. Consiguió que todos se callasen, pero a mí me hizo sentirme un monstruo”. Esta es sólo uno de los numerosos episodios de la vida de Inma marcados por el bullying, y desgraciadamente no es el único protagonizado por profesores. A los cumpleaños a los que nadie asistió y los insultos por parte de compañeros, en numerosas ocasiones se sumaba la complicidad por parte de sus profesores.

Estas vivencias marcaron un antes y un después para Inma, provocando fuertes secuelas en su salud mental. “Me empecé a sentir un monstruo, súper mal, que yo era un problema. Me metieron en la cabeza que yo era el problema en esta vida y que fuese donde fuese, no tendría ninguna oportunidad en la vida. Me lo habían dicho tantas veces y lo había interiorizado tanto que con todas las cosas buenas que me pasaban, luego decía, no las disfrutes porque te va a venir algo mal porque nunca vas a ser feliz, no vas a lograr estabilidad y no vas a ser nada en la vida”, confiesa. “He tenido muchos problemas conmigo misma de no aceptación. Me dividí en dos por dentro, una Inma era muy positiva y la otra muy negativa que aplastaba a la positiva. ¿Para qué iba a mirar algo positivo si todo era mi culpa? ¿Para qué iba a ser feliz si esa era la vida que me iba a tocar?”.

A una persona que sufre bullying no hay que decirle "tú pasa de ellos". No hay que pasar.

Al preguntarle qué consejos daría a un profesor, familiar o alumno para detectar situaciones como las que ella vivió y poder hacer algo, su respuesta es contundente: “Si una persona acude a ti, sobre todo si eres profesor, porque le está molestando la actitud de compañeros que se ríen de él o le dejan solo, cosas que desde fuera parecen tonterías, que no lo menosprecien ni le quiten importancia. Cuando una cosa te está afectando en tu vida, ya no es una tontería. Si acude a ti es porque necesita ayuda. Lo mismo a un padre. Si ve que su hijo se encuentra en esta etapa, no está de más preguntarle qué tal ha ido su día y mantener una conversación, y sobre todo confiar en tu hijo o tu hija. Si se siente solo, si cambia porque muchas veces de manera inconsciente cambiamos, hay que detectar esas características. No es como decir «tú déjalo y pasa de ellos». No hay que pasar”, explica la joven.

Respecto a los compañeros de clase, pide no normalizar el acosono normalizar elacoso. “Si un alumno ve que a otra persona le están haciendo bullying, se ríen de él, le ponen motes, hay que parar los pies. Si no lo haces en cierto modo tu también estás haciendo bullying. No hace falta que si te da miedo te metas en medio, pero puedes buscar ayuda fuera”.

Sin embargo, Inma rompe una lanza a favor de los alumnos más jóvenes. “La generación Z se está concienciando más sobre los temas del bullying y está más activa y predispuesta a ayudar a las personas”.

¿Cómo actuar ante el bullying?

Tal y como Inma ha explicado, es fundamental pedir ayuda. En su libro comparte cómo nunca se atrevió a confesar lo que sucedía a sus padres y sólo alzó la voz cuando ya había salido del agujero. Incluso escribió todo en un diario y lanzaba indirectas a su madre para que lo leyese, pero ella siempre respetó su intimidad.

Cuando Inma se sinceró, sus padres tomaron medidas y decidieron cambiarla de instituto. En esta nueva etapa se enfrentó a un gran reto: conocer gente nueva con la mochila emocional de sus experiencias previas. “No conocía a nadie y no sabía cómo serían mis nuevos compañeros de clase. En ese momento, por mi cabeza rondaban muchas preguntas: «¿Me conocerán por mis vídeos?», «¿Les caeré bien?», «¿Cómo será la clase?», «¿Podré hacer amigos este año, amigos de verdad?»”, explica en el libro.

Ahora, años después, Inma comparte sus consejos para conocer gente cuando ya entras en la veintena, especialmente si has sufrido acoso en tu infancia o simplemente eres una persona tímida. “Es verdad que a veces los cambios pueden traernos inseguridades. Yo me preguntaba mucho cómo hacer amigos. A esas personas en mi misma situación y que ya no sean adolescentes, les diría que sean ellos mismos. Si tú conoces a una persona y no le gusta una parte de su personalidad, en realidad no es digna de tu compañía y de quitarte tiempo. Lo primero es saber ser uno mismo, y a lo mejor no le vas a gustar a todo el mundo, pero habrá alguien que se fije en ti y que dará su brazo a torcer para estar contigo. Hay que quitarnos de la cabeza ese miedo a que nos juzguen, que es lo más normal, pero hay que dejar esos pensamientos de lado. Hay que salir de esa zona de confort y poder ganar confianza con nosotros para ganar confianza con los demás”.

En ese viaje hacia el amor propio, el simple hecho de poner por escrito lo que has vivido se convierte en una experiencia catártica, tal y como le ha sucedido a Inma con su libro. “No considero que mi libro sea totalmente autobiográfico porque sólo cuento una pequeña parte de mi vida, pero esa pequeña parte me ha ayudado muchísimo. El libro tiene el objetivo de ayudar a los demás, pero hay otro objetivo más pequeñito que viene detrás y es poder ayudarme a mi misma. En él hablo de cosas que no se las había mencionado a nadie, ni a mis padres ni a mis amigos, siempre me las había guardado para mí. Y hay capítulos que me ha costado escribir porque no quería revivir. Tú lo lees y puedes inventarte un escenario en tu cabeza, pero el escenario que yo tengo es el que realmente ha pasado, y es volver a revivir y tocar esa herida. Ahora que ya está escrito sé que puedo ayudar a muchas personas, que ya no me tengo que fijar en el pasado, que toca mirar hacia delante. Me ha pasado esto y tengo que cogerlo para aprender, sacar valor y seguir. Si yo en toda la oscuridad que tenía he conseguido ver una luz, tú también puedes”.