A los 20 años, S Petchiammal se vio implicada en una de las situaciones más difíciles de su vida: embarazada y viuda de su amor que acababa de morir por un infarto en el corazón. La mujer que en ese entonces era joven vivía en una aldea llamada Katunayakkanpatti, en medio de la India en donde domina un sistema patriarcal. Gracias a ello, durante los primeros años de crianza de su pequeña, la mujer no ganaba igual que un hombre y tenia que trabajar incansablemente para poder comer.

Además, en sus trabajos sufría humillaciones y burlas sexuales por parte de sus compañeros en los numerosos trabajos que cogió en obras, construcciones, hoteles y todo para ganar solo unos céntimos. Hasta que un día se cansó.

Astuta y valiente, S Petchiammal tuvo la idea de hacer una transformación física por el bien de su hija y decidió disfrazarse de hombre: se cortó el cabello, reemplazó su ropa de mujer por una de hombre y decidió reinventar su vida lejos de su aldea que la vio crecer llamándose 'Muthu', nombre de hombre. Curiosamente logró mantener esta apariencia fisica durante casi cuatro décadas.

Ya instalada en Kattunayakkanpatti, otro pueblo indio, la mujer logró conseguir varios trabajos y ahorrar para garantizar la seguridad de su hija. "Hice todo tipo de trabajos, desde trabajar como pintor hasta maestro de té y parotta. Ahorré cada centavo para garantizar una vida segura para mi hija”, contó la mujer al periódico local The Indian Express. Además manifestó que solamente su hija y sus padres estaban al tanto de la estrategia.

Tras casi cuarenta años siento Muthu, cuando la mujer vio que su hija ya no corría riesgos y era adulta, a los 75 años de edad decidió quitarse el disfraz y contar su historia al mundo. Es así como cuando su vida se hizo publica recibió un sinnúmero de felicidades y admiración por parte de muchas personas en India por haber tomado esa decisión para criar a su hija.