"Quien tiene un abuelo, tiene un tesoro", reza un dicho popular español y sino que se lo digan a Tati, cuyos abuelos pasaron todos los días a visitarla desde la ventana y dejarle regalos cuando no pudo salir de casa durante dos semanas por haber dado positivo en coronavirus. La joven compartió su historia en Twitter, donde se hizo viral y muchos tuiteros le recordaron que era muy afortunada por tener a sus abuelos con vida y con fuerzas para cuidarla y es que hay mucha gente que no conoció a sus abuelos porque murieron muy pronto o que los perdió en su infancia porque ellos ya eran muy mayores.
Por eso, Isla-May es toda una privilegiada, ya que acaba de nacer y tiene a sus dos abuelos a su lado, que la podrán cuidar durante mucho tiempo porque son jovencísimos. Quizá estas pensando que sus yayos tienen 50 años o, como mucho 40 y pico... Pues lo cierto es que Jenni Medlam y su esposo Richard, los flamentes abuelos, tienen 33 y 35 años, respectivamente, y han contado su historia a varios diarios de Reino Unido, país de donde son originarios y en el que ya comienzan a ser conocidos como 'los abuelos más jóvenes de Reino Unido'.
Jenni tuvo a su primogénita, Charmaine, cuando tenía 17 años. Su novio no la apoyó en su decisión y ella se sintió "muy aislada", como le ha explicado al Daily Mail, y, por esa razón, en cuanto escuchó a su hija decirle que estaba embarazada con 16 años, le dio todo su cariño y le dijo que la iba apoyar sin importar la decisión que tomase. Charmaine decidió tener al bebé y ahora su madre se ha convertido en una joven abuela de 33 años.
Jenni se enamoró de Richard cuando su hija Charmaine tenía 5 años y él ha ejercido de padre con ella, por lo que también se siente abuelo de la pequeña Isla-May. Viven los cuatro en la casa familiar junto a las otras dos hijas que tuvieron Jenny y Richard, Chelsey (de 13 años) y Scarlett (de 10), y el padre de la bebé, que sigue siendo el novio de Charmaine, con la que empezó a salir hace dos años.
Una periodista descubrió el perfil de Facebook de Jenni Midlam y contactó con ella para conocer su historia, ya la que la mujer de 33 años colgó varias fotos de un bebé del que decía ser abuela. Entonces fue cuando, Jenni le contó cómo era posible que tuviera una nieta siendo tan joven y le explicó que siempre había apoyado a su hija, porque ella mejor que nadie sabía lo que significaba quedarse embarazada siendo todavía una adolescente: "Le dije que era su cuerpo y su decisión y que la apoyaría de cualquier manera".
Jenni también ha explicado que piensa que su hija decidió seguir adelante con el embarazo porque había comprobado viéndola a ella y teniéndola como madre que es posible criar a una niña sin olvidarse de los estudios y con la posibilidad de triunfar en el terreno profesional. Jenni, que cree que siguen existiendo muchos estereotipos sobre las madres adolescentes, tiene su propia empresa de limpieza y explica que su hija quiere ir a la universidad y, más tarde, dedicarse a algo relacionado con el mundo de la belleza.
"Cuando Charmaine nos dijo por primera vez que estaba embarazada y que íbamos a convertirnos en abuelos, nos sorprendimos mucho. Ha sido un torbellino, pero nos encantan nuestros nuevos roles. Yo soy Nanna y Richard es G'pa. Ser abuelos jóvenes solo significa que tienes más tiempo para amar a tu nieto. E incluso podríamos tener bisnietos", ha comentado Jenni a Metro UK.
La joven abuela ha explicado que en casa son muy felices con la pequeña, a la que sus jóvenes tías de 13 y 10 años adoran, pero también ha confesado que la gente no suele creerlos cuando les dicen que Isla-May no es su hija, sino su nieta: "Cuando salimos con Isla, todo el mundo asume que es hija mía y de Richard. Cuando les explicamos que en realidad somos abuelos, reciben la sorpresa absoluta de su vida. La mayoría de la gente no nos cree cuando se lo explicamos".
Pero no todo el mundo es igual de afortunado que Jenni, Richard y la pequeña Isla-May, ya que hay gente que por desgracia ya ha perdido a sus abuelos o personas mayores que viven solas porque o bien no tienen hijos y nietos o bien sus familiares viven muy lejos. Todos ellos pueden hacer como Albora e Iris que se apuntaron al voluntariado de 'Adopta un abuelo', cuyo objetivo es que las personas mayores reciban la compañía de jóvenes que les hagan compañía, y nos contaron su experiencia: