Sin lugar a dudas, pasar tanto tiempo en casa hace que cualquier tema nos resulte fascinante y nos haga estar entretenidos una tarde entera. Da igual si es el Merlos Place o un debate lingüístico. Hace unos días, una pareja abrió el melón del nombre de una famosa golosina y, bueno, pues que la gente lleva ya una semana llevándose las manos a la cabeza con esto.

Casi cuatro mil respuestas y más de 47.000 likes obtuvo el tuit en el que @aaronpp14 preguntaba cómo llamaba la gente a esa golosina rosa tan famosa. ¡Sorpresa! Este usuario ha descubierto, y además se ha encargado de demostrárselo a toda España, que los localismos existen y que las diferencias geográficas afectan al lenguaje.

Pues se llama jamón y se llama nube. Todo depende de donde vivas. Al parecer, en zonas de España como País Vasco, Aragón o Castilla y León la llaman jamón, mientras que en otras ciudades como Madrid se llama nube. ¡Este debate es genial porque todos los participantes ganan!

La gracia de esta discusión no ha estado en averiguar si hay o no hay un nombre único para gobernarlos a todos. Lo que ha convertido en viral esta sencilla pregunta es que mucha gente se ha dado cuenta de que otra mucha gente utiliza un nombre totalmente diferente para una golosina tan cotidiana. Esto también ocurre con otros nombres como las zapatillas y las bambas, los plátanos y las babanas o los pinchos y las tapas.

Los jamones o nubes son las típicas chuches de toda la vida. A algunas personas no les gustan mucho y creen que son la típica gominola que siempre se quedaba al final de la bolsa porque no estaba ni rica. Otros comieron muchísimas cuando eran pequeños y presumen con orgullo de haberlas metido al congelador para probar otras texturas o de haberlas acercado al fuego para comerlas derretiditas, que estaban mucho más buenas.

Seguro que alguna vez has visto en una película estadounidense a un corro de campistas alrededor de una hoguera tostando "algo" enganchado a un palo. Estaban "asando" marshmallows, una chuche muy parecida a nuestra nube-jamón. La traducción directa del inglés al español sería malvavisco, pero casi nadie usa ese nombre para referirse a la golosina rosa (aunque ahora ya hay de más colores) que se comercializa en España.

Las nubes o jamones se empezaron a producir como dulce a finales del siglo XIX, y sus ingredientes básicos son azúcar, clara de huevo, gelatina, goma arábiga y aromas. Más o menos los mismos ingredientes de los que están hechas otras muchas gominolas, a excepción del huevo.