Una familia de Massachusetts (Estados Unidos) había escuchado rumores de que escondida en alguna parte de su casa se encontraba una gran suma de dinero. Obviamente, estuvieron buscándolo por su cuenta durante años, pero no consiguieron dar con el dinero escondido.

Había sido el abuelo de la familia el que en teoría en los años 50 había escondido el tesoro en algún lugar de esa casa. Es más, en las viviendas de otros miembros de la familia sí que habían conseguido encontrarlas y eso les hizo sospechar todavía más de que en aquella casa pudiera haber también dinero escondido por alguna parte.

La familia había pasado años y años buscando el dinero y ahora les urgía más que nunca encontrarlo, ya que tenían en mente vender la casa y no querían hacerlo sin antes haber encontrado el "tesoro" escondido; así que, contrataron a carpinteros y albañiles para que miraran tras las paredes o debajo del suelo y a ver si gracias a ellos podían dar con él; pero el dinero seguía sin aparecer. No había rastro de él por ningún lado.

El tiempo se les acababa, querían poner en venta la casa y no habían conseguido encontrar el dinero que el abuelo había escondido en la casa en los años 50. Así que, el siguiente paso que dio la familia fue contratar a Keith Wille, un cazafortunas profesional al que informaron de los rumores sobre el dinero que en teoría había escondido en su casa.

El cazafortunas sí que tenía el material necesario para investigar la casa; es más, llevó a la vivienda su detector de metales y lo utilizó en el ático, donde el aparato señaló que, debajo de las tablas que formaban el suelo, había algo escondido que le había hecho pitar.

Aquello que el detector de metales encontró era nada más y nada menos que una caja de metal en la que, al abrirla, descubrieron que dentro de ella había una gran cantidad de dinero en efectivo y envuelto en las correas bancarias originales, según cuentan en una entrevista para la cadena de televisión WFSB 3.

Y es que cuando abrieron la caja descubrieron que habían hecho muy bien en contratar al cazafortunas, ya que dentro de esta encontraron 46.000 dólares, es decir, más de 38.000 euros que llevaban unos 70 años escondidos bajo una de las tablas del suelo de aquella habitación.

Si tras leer esta historia todavía tienes ganas de conocer más sobre casas que esconden grandes secretos tras sus paredes, tienes que ver esto:

Es un chalet en Villares de la Reina, provincia de Salamanca que se hizo famoso por todas y cada una de las secuencias que pueden verse en la web de Idealista y parecen sacadas de una película de terror.

El hipnótico recorrido de poco más de dos minutos ya le vale la mención absoluta de ser 'la mejor película de terror del año', tal como ha calificado la propia web de Idealista. No solo por los planos que se han cogido con cámara en mano y que se suceden lentamente, sino también por los nervios que se notan en la respiración entrecortada y que ponen los pelos de punta.