Las latas de conservas son el típico alimento que siempre tenemos en casa para los "por si acasos". ¿Por qué? Muy sencillo porque la fecha de caducidad de estos suele alargarse años, así que son perfectas para comprarlas y tenerlas guardadas en nuestras estanterías por si algún día tenemos que comer muy rápido y no nos da tiempo a hacernos algún que otro plato más elaborado.

Es más, durante el confinamiento de marzo por la pandemia del coronavirus se convirtieron en unos de los productos estrellas junto con el papel higiénico. La incertidumbre por no saber qué iba a pasar o si podríamos seguir saliendo de casa para ir a comprar al supermercado hizo que muchos de nosotros nos aprovisionásemos con comida que pudiese durar en nuestras despensas durante mucho tiempo.

Ahora bien, aunque estas latas sean muy duraderas, todas ellas tienen fecha de caducidad y lo más seguro es que si abres alguna que tengas por casa más de 20 años te encuentres en su interior cosas tan desagradables como la que se encontró Matt. ¡La suya había esperado 28 años para abrirla!

Matt es el encargado de una web centrada en artículos nostálgicos de los 80 y 90, en ella habla de los juguetes que le hicieron feliz durante su infancia, pero también de comida para fanáticos, como la lata de pasta de hace 28 años que decidió abrir y compartir en su perfil de Twitter.

El envoltorio ya daba algunas pistas sobre cómo podría estar su contenido, pero el aspecto de la "comida" resulto todavía peor de que había llegado a imaginar. La lata en cuestión era una de Heinz con temática de 'Los cazafantasmas', una película de 1984.

Cuando algunas partes de la lata de este coleccionista comenzaron a ponerse de color negro y pegajosas, Matt decidió, en vez de directamente tirarla a la basura, abrirla para ver qué aspecto tenía la "comida" de su interior.

Y no contento con esa proeza decidió hacer un hilo en Twitter mediante el cual ha contado todo el proceso: desde que comenzó su aventura de abrir la lata hasta que finalmente la tiró. "Quizás se pregunte por qué arruinaría un objeto de colección así. Bueno, por eso. El material del interior comenzaba a filtrarse a través de la lata, manchando la etiqueta con parches negros pegajosos", escribía.

Se armó de valor, salió de casa, se puso guantes y una mascarilla, cogió el peor abrelatas que tenía por casa (no lo volverá a utilizar jamás) y comenzó a abrir la lata de macarrones con tomate que se habían solidificado por completo.

Y si esta experiencia ya producía terror, lo peor llegó cuando sacó el contenido y llegó el momento del olor. Aunque el aspecto de los macarrones no era tan malo, el olor era inaguantable. "La pasta en sí no se veía demasiado atroz al principio, pero luego noté pequeños puntos negros salpicados por todas partes".

Es increíble pensar esto, pero… Es muy probable que seas más joven que la pasta de esta lata… De la cual el tuitero no logró identificar la forma. Tampoco sabremos nunca cómo sabía esa pasta, ya que afortunadamente Matt no la probó.

Al compartir su pequeña aventura en Twitter se ha hecho viral y algunos usuarios han querido aprovechar este tuit para contar sus experiencias con otras latas de conservas antiguas o sus reacciones cuando vieron el aspecto de la asquerosa pasta de Matt.