Casey era una novia normal que, el día antes de su enlace de boda, estaba celebrando una despedida de soltera normal. Riendo y disfrutando con sus amigas en su última noche de soltería. Sin embargo, todo cambió cuando su teléfono móvil comenzó a vibrar y le llegaron varios mensajes de una mujer desconocida que le aseguraba que era la amante de su novio y futuro marido, Álex.

Dichos mensajes incluían pantallazos de las conversaciones con su prometido, cuyo número y forma de expresarse ella reconoció rápidamente. La relación sexual entre ellos era más que evidente: “Te extraño mucho, no puedo dejar de pensar en ti, nunca antes había tenido este tipo de conexión”, era uno de los textos que se había intercambiado Álex con su amante hasta el día antes de la celebración de la ceremonia. Y Casey, con todo preparado y los invitados preparados, tomó una decisión que está dando la vuelta a las redes sociales.

Lejos de achantarse o de cancelar un evento en el que todo el mundo se había gastado dinero, Casey hizo de tripas corazón, se puso el vestido que había elegido con tanto mimo y llegó hasta el altar, donde le esperaba su novio infiel. Y allí, delante de todos los seres queridos de la pareja, fue donde ejecutó su venganza. Con el micrófono en la mano, Casey cambio sus románticos votos nupciales por los mensajes de la traición que había recibido.

"Hoy no habrá boda. Parece que Alex no es quien yo pensaba que era" terminó diciendo la novia a todos sus invitados, a los que agradeció que estuvieran a su lado en un momento tan dramático como éste. "Hay no habrá boda, lo que habrá es una celebración a la honestidad", concluyó, mientras el novio se vio obligado a abandonar la ceremonia.