Con la llegada de las aerolíneas low cost, los requisitos para hacer un viaje en avión cambiaron de forma considerable. Dadas las pequeñas dimensiones de estos aviones, donde los asientos están cada vez más juntos y los compartimentos de cabina son cada vez más estrechos, los equipajes de mano se han limitado hasta el extremo de no poder llevar al mismo tiempo un bolso corriente (donde se guardan el móvil, las llaves de casa) y una maleta.

Ya es habitual tener que pesar la maleta en la puerta de embarque - o bien, meterla en un espacio cuadrado que tiene justo las dimensiones de las maletas permitidas - pero, lo que no se había visto nunca, es que se tenga que pesar una pasajera en dicha báscula. La cuenta de TikTok Circpent ha denunciado la humillación que ha tenido que sufrir un mujer al ser obligada a subirse al peso del equipaje para determinar su peso exacto.

La compañía se escuda en que, previamente a la compra del billete, se pedía el peso tanto del equipaje como del pasajero. La afectada habría dicho que pesaba 60 kilos pero, al verla, los operarios dudaron de la veracidad de ese dato. Ella considera que esta forma de comprobarlo fue "una humillación", pues no sólo supuso un atentado a la privacidad de sus datos, sino que, al ser pesada en presencia del resto de los pasajeros, sufrió body shaming y una flagrante violación de sus derechos.

La protección de su honor se vio todavía más dañada cuando el momento, que fue grabado por una de los testigos, se publicó en las redes sociales, donde se abrió un intenso debate sobre el estrés emocional que había tenido que sufrir la pasajera. Ella ha denunciado a la aerolínea, pero esta se escuda en la mentira previa de la denunciante.