Sandra es una de las influencers que en los últimos días ha disfrutado de uno de los festivales de música más conocidos de todo el mundo, el Coachella. Aunque la joven es española, ahora mismo está viviendo en Miami, pero ha sido en Los Ángeles donde ha sufrido esta estafa de la que ha querido hablar a través de su perfil de TikTok, donde le siguen más de dos millones y medio de personas.

En el vídeo, la joven ha dejado bien claro que se ha sentido estafada, que siente que le han robado en su propia cara y que no ha podido hacer nada para evitarlo.

Ahora, su testimonio acumula ya casi un millón y medio de visualizaciones y son muchas las personas que han querido dejarle mensajes al respecto como: "Ni en Coachella te hubiera costado tanto y eso que ahí todo es carísimo", "es que eres demasiado buena persona" o "yo fui hace una semana y me pasó lo mismo, cuando fui a pagar casi me muero".

Sandra ha explicado en este vídeo de TikTok que fue "timada, estafada en Los Ángeles. Me robaron en mi propia cara y me vieron la cara de tonta prácticamente". A la influencer le habría gustado comprarse una sudadera en el Coachella, pero no lo hizo para no retrasar a sus amigos que estaban yendo muy rápido.

Entonces, cuando llegó a Los Ángeles al día siguiente, fue a una tienda en Venice Beach y vio una sudadera que le gustó, así que decidió comprársela, a pesar de que en la etiqueta de la prenda ponía que costaba 50 dólares: "Dije 'a ver, es bastante cara, pero mira como no me compré la de Coachella pues me la compro de recuerdo y así de paso no paso frío".

Cuando fue a la caja para pagar los 50 dólares que pensaba que costaba la sudadera, se encontró con que la prenda costaba más del doble; algo que dejó a la tiktoker completamente descolocada: "Es que son 50 la sudadera lisa, pero luego 25 por esto (el dibujo que le habían impreso en la parte delantera) y 50 por el diseño de atrás".

Sandra no lo podía creer, la sudadera le había costado mucho más de lo que ella se había imaginado en un primer momento. Además, como él ya había imprimido el diseño, la joven se sintió obligada a pagar esa elevada cantidad de dinero para evitar que la situación fuese todavía más incómoda de lo que ya estaba siendo.