Ahora que acaban de celebrarse los Premios Ídolo, l@s influencers están en boca de todos. La segunda edición de los galardones creados por Dulceida fue todo un éxito - Laura Escanes ganó el premio a la Creadora Digital del Año - aunque han surgido voces polémicas en cuanto a algunos de los asistentes. Una de las camareras que trabajó en la fiesta posterior a la gala, publicó un vídeo (y luego lo borró) confesando que hubo influencers que la "miraron con asco", cuando se acercaba a ellas con la bandeja de las bebidas.
Y, siguiendo el hilo de las denuncias de empleadas contra las creadores de contenido, hemos encontrado a una joven diseñadora de moda argentina que también ha sufrido un tremendo desengaño. En su cuenta de TikTok, también ha denunciado lo que ha tenido que sufrir para sacar a flote su small business: ROURI. Cuando abrió su negocio de moda - en el que ella misma diseña, cosa y comercializa - , como buena emprendedora, se puso en contacto con una conocida influencer española (de la que no ha dado el nombre) promocionarse:
"Le dije que si le podía mandar algunos vestidos para que ella los mostrarse en sus redes sociales y me dijo que sí, que era una idea buenísima. Le envié los cinco vestidos que ella eligió, confeccionados con mis propias manos y, al mes, ella subió un storie con un selfie de uno de los vestidos, que apenas se veía. Lo peor fue cuando, al día siguiente, me llama una seguidora mía y me dice que ha visto los cinco vestidos en Vinted, por lo que la influencer los estaba vendiendo para sacar pasta", ha contado, muy enfadada.
De la otra influencer de la que habla, sí ha dado el nombre: @Catherine_marie. Es una creadora de contenido que vive en Copenhague y a la que mandó dos vestidos de mutuo acuerdo en el mes de octubre, ¡y a día de hoy todavía no los ha puesto en sus redes!...