La violencia de género entre adolescentes en un tema que debería preocuparnos como sociedad, sin embargo, por tratarse de menores de edad, su situación no se aborda del mismo modo. La ONG Save The Children acaba de presentar su informe 'No es amor' para advertir de las consecuencias que puede tener la violencia de género durante la adolescencia y proponer medidas para erradicarla.

"Nos sorprende ver cómo patrones y conductas machistas que creíamos erradicados se perpetúan y aceptan entre las personas más jóvenes", dice el informe, que parte de unos datos ofrecidos por la Macroencuesta de Violencia de Género del Ministerio de Igualdad (2019): 1 de cada 4 chicas adolescentes de 16 y 17 años ha sufrido violencia psicológica y de control.

"Nos preocupa, y mucho, que casi el 25% de las adolescentes reconocen que han sufrido violencia psicológica o de control. Y, si cabe, todavía nos preocupa más el negacionismo que existe entre los adolescentes respecto a la violencia machista", explicó durante la rueda de prensa online Andrés Conde, director general de la ONG.

Se refiere al Barómetro Juventud y Género 2021 del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud que advertía del incremento de chicos jóvenes de entre 15 y 29 años que niega la violencia de género o cree que es un invento ideológico.

Uno de los puntos más importantes para la ONG es el hecho de que los adolescentes no están incluidos en los programas de prevención y ayuda contra la violencia de género. Víctima y agresor son menores de edad, y los protocolos y acciones aprobados en la Ley Orgánica de Violencia de Género están orientados para mujeres adultas, desamparando a la población adolescente.

Según detallan en su informe, las causas de la violencia de género entre adolescentes son las mismas que entre adultos: que es un fenómeno estructural presente en todo el mundo y que hay una desigualdad de base en nuestra sociedad. También apuntan a los roles o estereotipos de género: "niños y niñas asumen e incorporan estos roles y estereotipos con el objetivo de encajar en el papel que la sociedad espera de ellos", explican.

"Según estos estereotipos, ellas se socializan colocando el amor en el centro de sus vidas. De ellos, por otro lado, se espera que sean más protectores, confundiendo actitudes de control con actitudes de protección. Se crea entonces un binomio cariño-control que puede acabar dando lugar a una relación basada en la dominación", apuntan en su informe.

Otra de las causas que se señalan son los mitos del amor romántico, "verdades" asumidas socialmente como que los polos opuestos se atraen, que se puede cambiar por amor y se puede prometer un cambio si te perdonan, la creencia de que tenemos una media naranja y que haya que tragar con algunas cosas que no nos gustan y la falacia de la entrega total.

Por otro lado, centrándose en la violencia de género en la adolescencia específicamente, este informe también pone sobre la mesa la relación de las dinámicas de control y con violencias con la intensidad de la primera relación amorosa, las redes sociales, la influencia de la pornografía y la falta de autopercepción de las adolescentes como víctimas.

"Yo nunca me sentí una victima de violencia de género, primero porque no sabía realmente lo que era. Yo no empiezo a conocer el término violencia de género hasta que no lo escucho en los medios y veía que eso solo pasa en mujeres adultas, que eran ellas quienes son asesinadas por parejas o exparejas", contaba Alba durante la rueda de prensa, una chica que sufrió violencia de género con 15 años. "Mi relación siempre estuvo marcada por el maltrato psicológico, sobre todo amenazas. Me decía que era por amor, porque él me protegía".

Según especialistas en atención a adolescentes, las chicas jóvenes, además de no saber identificar las señales de maltrato en su relación, se culpabilizan por lo que están viviendo y piensan que es un problema que solo les está ocurriendo a ellas, no lo ven como una experiencia colectiva.

Del mismo modo, los adolescentes no se perciben a sí mismos como agresores y son menos capaces de reconocer las violencias ejercidas.

Algunos de los tipos de violencia sufridos por mujeres adolescentes son insultar o ridiculizar (un 17.3% reconoce haberlo sufrido), que su pareja decida por ella (17.1%), controlarla a través del móvil (14.9%), presionarla para mantener relaciones sexuales (11.1%).

Las conclusiones del informe 'No es amor', de Save The Children, las consecuencias de la violencia de género en chicas adolescentes pueden ser inmediatas y a largo plazo. Entre las inmediatas, lesiones físicas, problemas gastro-intestinales o dolores de cabeza (somatizaciones), estrés... Entre las consecuencias a largo plazo, se pueden desarrollar trastornos inmunológicos, respiratorios, endocrinos, cardiovasculares o ginecológicos, muchos de ellos consecuencia del estrés continuado. Aumentan también las probabilidades de sufrir depresión y el consumo de alcohol y drogas.