La viruela del mono ha llegado a España y ha activado las alarmas. Es la primera vez que sus síntomas tocan el sueño ibérico y ha afectado a 29 personas (7 positivos y 22 sospechosos) que han presentado sus síntomas en los últimos días. Pese a que los pacientes son hombres que han mantenido relaciones homosexuales en las últimas semanas, esta enfermedad no es considerada como una de transmisión sexual. Actualmente los países que registran casos son siete confirmados en Reino Unido y cinco en Portugal. Si bien era conocida la enfermedad, es la primera vez que inusualmente circula por Europa.
Lo que se ha registrado es que esta enfermedad proviene de África, y es ,zoonótica, es decir que proviene de animales, en este caso de roedores que se lo transmiten a simios y estos a los humanos. Las formas de contagio no son tan sencillas, ya que se debe tener un contacto estrecho entre dos personas que intercambian fluidos (semen, saliva, secreciones) o incluso por el liquidillo que sale de las costras que provoca esta enfermedad.
El virus del simio es el mismo que causa la viruela, un ortopox virus y si bien hoy en día no existe una vacuna específica para esta enfermedad se cree que podría combatirse con la misma vacuna de la viruela que se utilizo en 1980 para erradicar la enfermedad. "Cuando hay infección o vacunación contra un ortopoxvirus, el sistema inmunitario crea defensas que son duraderas de por vida, que es lo que pasa con la vacuna de la viruela humana. Y al ser este un virus muy parecido al de la viruela humana, la vacuna contra esta otorga una inmunidad de un 85% contra la viruela del simio" explicó Raúl Rivas González, catedrático de Microbiología de la Universidad de Salamanca en una entrevista a Nius.
Hace décadas que se dejo de vacunar a la población con la vacuna de la viruela por el fin de la enfermedad. Esto quiere decir que las personas de 60 años son el sector poblacional menos propensa a contagiarse de este virus a diferencia de los jóvenes que no recibieron la vacuna al haber nacido en años posteriores.
Si bien el grado de letalidad ha sido menor al 10%, existen factores que pueden complicar el cuadro tales como el grado de exposición al virus, la gravedad de las complicación y el estado de salud del paciente tanto como si este es niño o adulto. En este plano, los síntomas que han manifestado los infectados en su cuerpo es fiebre alta, dolor muscular, de cabeza o de espalda, cansancio, inflamación de ganglios, escalofríos, y sobre todo erupciones que aparecen en la cara y se extienden por el cuerpo que causan dolor y finalmente dejan una costra. Las personas que atraviesan el virus se suelen recuperar entre 2 y cuatro semanas.
El periodo de incubación suele ser generalmente de 7 a 14 días y la infección se puede dividir en dos etapas: la primera llamado la etapa de invasión y la segunda la erupción cutánea. En la primera parte, los síntomas anteriormente nombrados que se asemejan a los de la viruela aparecen: fiebre, dolor de cabeza, lumbar etc. En la segunda etapa se manifiestan las lesiones en la piel similares a las de la varicela o el sífilis que primero aparecen en la cara y luego se extienden al resto del cuerpo, incluidos los genitales. En principio comienzan como erupciones de base plana, luego pasan a vesículas (ampollas llenas de liquido) y finalmente se convierten en costras.
Pese a que en su mayoría la enfermedad se ha manifestado en hombres que mantiene relaciones homosexuales, eso no quiere decir que esta enfermedad sea de transmisión sexual porque entre los afectados no hay relación epidemiológica y el virus puede afectar por igual a hombres y mujeres.
Para evitar el contagio de la enfermedad es esencial evitar el contacto estrecho con infectados y existen dos aspectos a tener en cuenta a la hora de educarse en la prevención del virus según la Organización Mundial de la Salud:
De animales a humanos: se debe evitar contacto con roedores y primates y a la hora de ingerir carne se debe evitar la exposición directa de la carne y la sangre del animal y cocinarlos bien antes de comerlos.
De humanos a humanos: Se debe evadir el contacto físico con personas infectadas (se recomienda su asilamiento) y a estas se las debe tratar utilizando guantes, un equipo de protección y lavarse las manos constantemente al tratar a una persona con viruela de mono.