Posiblemente ya conozcas a Samantha Gilabert o, por lo menos, hayas escuchado alguna de sus canciones. Desde que salió en junio del programa de televisión Operación Triunfo la valenciana de 26 años no ha dejado de trabajar en sus nuevos proyectos que la tienen más que ilusionada.

Lanzó sus dos sencillos 'Sin más' y 'Quiero que vuelvas', los cuales han tenido una muy buena acogida entre sus fans. Ahora, la cantante ha sacado su EP 'Nada', su primer mini álbum compuesto por ocho canciones entre las cuales se encuentra una colaboración con el trío español Lérica en el tema ‘Un poquito’.

Samantha siempre ha destacado por ser una cantante muy versátil y esto se ve reflejado perfectamente en su nuevo álbum. Dentro de este disco podemos encontrarnos desde baladas hasta ritmos más acelerados, pasando por una canción escrita en valenciano que recuerda a sus orígenes en la industria musical.

Que Samantha sea una de las artistas más conocidas del panorama musical actual en España no sorprende a nadie, pero muy pocos conocen cuáles fueron sus inicios, qué tatuajes lleva o qué consecuencias ha tenido para ella pasar de ser una persona anónima a que todo el mundo la reconozca por la calle. En Yasss te contamos un poquito más de una de las cantantes de moda.

Antes de entrar a Operación Triunfo Samantha ya sabía lo que era subirse a un escenario, la joven formaba parte del grupo Cactus, una banda valenciana muy atrevida con un sonido muy original, que nació en 2015 y que, en muy poco tiempo, consiguió colarse en los carteles de los festivales de música urbana más importantes de nuestro país.

Ahora la valenciana ha decidido continuar con su carrera en solitario, pero nunca se sabe si en algún momento la música la volverá a reunir con el grupo que tantas alegrías y experiencias le ha dado.

La cantante tiene nada más y nada menos que 18 tatuajes y muchos todavía por hacerse. El primero que se hizo fue una pluma en la espalda en honor a los antiguos poetas que escribían con ellas. Este es, además, uno de sus tatuajes favoritos a día de hoy y eso que solamente tenía 18 años cuando se lo hizo.

Aunque le encanta tatuarse y lleva un montón, no descarta en un futuro borrarse alguno de ellos, el que menos le gusta es un micrófono que lleva dibujado en el muslo derecho. Según ella misma ha dicho, no piensa que este pinte mucho ahí y lo ve demasiado oscuro para esa zona.

Regalar tatuajes a alguien a quien le gustan los tatuajes es siempre un acierto y Samantha está de acuerdo con eso; es más, dos de los tatuajes que lleva fueron regalos y lo mejor de todo es que una vez te los hagas los vas a llevar siempre contigo. Es un regalo que no vas a perder nunca.

Entras a la academia siendo una auténtica desconocida para la mayoría de la gente y sales siendo reconocida por todo el mundo. Gestionar la fama de la noche a la mañana no es nada fácil y a Samantha le ha pasado factura.

Hace unos días, el pasado 19 de noviembre subió a su perfil de Instagram una fotografía en la que quiso compartir con sus seguidores todos los problemas que estaba viviendo y cómo ella se sentía: "Dos quistes por el cuerpo debido al estrés pendientes de operacion, infecciones de orina, dos paquetes de tila al mes, mucho trabajo, mucha felicidad, muchísima presión, muchísimas explicaciones que me doy a mi misma, muchísimas disculpas".

Altibajos emocionales incontrolables por todo lo que está viviendo: "Paso los días juzgándome y pensando en qué puedo mejorar, cómo puedo gustar más, cómo puedo conseguir que dejen de llegar comentarios negativos. Es imposible, es algo que no depende de mí, yo soy como soy, no me creo nadie, soy Samantha, sigo siendo la misma de siempre, un nudo de nervios, un mar de dudas", añade. Lidiar con los comentarios negativos no es una tarea sencilla y muchos menos cuando tienes a miles de personas pendientes de los pasos que vas dando.

Y es que, aunque Samantha lleva una sonrisa y el "pero no pasa nada" por bandera, la fama y la presión mediática le ha superado. Esto es algo muy común entre algunos famosos, le ocurrió algo muy similar al streamer Ibai Llanos cuando comenzó a hacerse famoso allá por 2016.

Samantha sufre hipoacusia neurosensorial desde que nació, es decir, solamente tiene un 40% de audición; sin embargo, esto nunca le ha frenado para dedicarse a la música.

Aunque por llevar audífonos muchas veces haya tenido que dar demasiadas explicaciones y demostrar que se puede ser cantante a pesar de ello, la valenciana nunca se ha rendido. Siempre ha tenido claro cuál era su vocación y ha luchado hasta conseguir el reconocimiento que se merece.

Ahora, sus fans ya están deseando conocer cuáles son los nuevos proyectos con los que les sorprenderá la cantante en los próximos meses. Además, siguen apoyándola cada día y esperan que poco a poco pueda recuperarse de todos los problemas con los que está tratando de lidiar en estos momento.