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¿Por qué el rapero Morad rechazó un contrato de una gran discográfica donde prometían pagarle 60.000 euros?

Hace tiempo que suena el alias de Morad entre las quinielas de lo mejor del año, y con razón. El rapero de Hospitalet es uno de esos nombres que, despacio y sin hacer ruido, ha ido escalando posiciones hasta situarse en un lugar privilegiado entre las tendencias de la música urbana. Suelo no le falta: cuenta con cientos de miles de seguidores y tiene una presencia brutal en plataformas como TikTok, donde su tema ‘Motorola’ fue un auténtico bombazo y se usó durante un tiempo en multitud de challenges.

Pero ¿cómo un joven de Hospitalet de Llobregat sin recursos ni padrinos ha conseguido llegar tan alto en tan poco tiempo? Una entrevista reciente en el programa de Jordi Évole nos ha traído información fresca sobre sus proyectos y su nivel de vida. El rapero ha desvelado cuánto dinero gana y por qué decidió declinar la jugosa oferta de una discográfica que quiso ficharlo en cuanto olió su potencial.

Te lo contamos.

Sus orígenes humildes

Así es. El cantante no ahorró detalles cuando Evolé le interrogó largo y tendido sobre la influencia del dinero en su vida y sus inicios en el arte de rapear y tirar rimas. No es para menos. Su música ha ‘tocado hueso’ entre los que han visto en él a una de las grandes promesas de la música urbana española. Un ascenso a la gloria en poco más de tres años. No nos equivocaríamos si dijéramos que su puesto en la cadena trófica del rap se lo disputa con gigantas como Rosalía, y el dinero que gana va en consecuencia: su caché está por encima de un jugador de primera división en el Real Madrid.

Claro, que en esa ecuación de éxito, dinero y público algo tendrá que ver el talento de este rapero y los temas de los que habla: la infancia, la calle, la pasión por el rap de influencia francesa y su dura experiencia en un centro de menores son algunas de las ideas que va tirando y mezclando con habilidad maestra, y que han salido en la entrevista con Evolé, a la que fue como principal invitado.

Rechazó mucho dinero

Por sus palabras queda claro que el rapero no esperaba el éxito que obtuvo, y que le sorprendió haber encontrado un público fiel tan pronto, cuando apenas había empezado a rapear y ni siquiera quería cantar, eso fue algo que surgió de forma natural y que, visto el éxito decidió conservar como apuesta personal dentro de un repertorio de canciones que extraen su oro de la experiencia personal en el centro de menores donde pasó parte de su infancia y adolescencia. “Soy marroquí. […] Mi música no tiene raza, la escuchan por igual un español, un latino o uno de donde sea. ‘Esa música es de moros, o es de payos’. No, esa música es para todos”.

Morad sabe que el racismo que ha vivido desde que era niño, sus orígenes humildes y la propia lucha por crecer como artista en un mundo que te pone palos en las ruedas solo por tener cierto origen social son las bases de su música, y ha conseguido hacer de esas ideas su propio oasis. En su música no hay rastro de pose o de la higiene y el privilegio de la riqueza.

En un momento dado de la entrevista, el rapero saca a relucir uno de los capítulos más sorprendentes de su carrera. Cuenta que, justo cuando su nombre estaba empezando a sonar con fuerza entre los que buscaban sonidos nuevos dentro del género urbano, la discográfica Sony apareció por la puerta portando un cheque con una oferta suculenta. En ese momento solo tenía 19 años y se vio entre la espada y la pared, al más puro estilo de la escena del padrino donde uno de los personajes le ofrece a otro “una oferta que no podrá rechazar”.

"Me cogió una persona de Sony España y me quisieron firmar. Eso eran mis principios, no llevaba ni tres canciones", cuenta el rapero. Querían contar con él y llevarlo bajo sus faldas, y para ponerle la miel en los labios, habían preparado una buena oferta: 60.000 euros de anticipo por su entrada en la casa para formar parte de los nuevos fichajes de la compañía.

Morad cuenta que no lo pensó demasiado y rechazó lo que la discográfica le ofrecía. “Yo sabía que esos 60.000 los iba a hacer yo solo. Esos los hago yo solo. Tú me estás dando 60, yo valgo 150”.