La Comisión Europea presentó el pasado mes de marzo el proyecto 'Digital Green Pass', que suena mucho más bonito que 'pasaporte covid', como lo hemos llamado en España, un certificado "verde" y digital que “facilitará la libre circulación en condiciones de seguridad durante la pandemia dentro de la UE”, según explicaron.
Este certificado que puedes consultar y mostrar a través de tu móvil será la prueba de que una persona ha recibido la vacunación completa de la COVID-19, que ha pasado la enfermedad o que se ha hecho una prueba que ha dado negativa. Según los planes de Europa, entrará en vigor a partir del mes de junio, y su principal objetivo es facilitar los viajes seguros dentro de la Unión Europea y, en consecuencia, reavivar el turismo.
Ya cuenta con la aprobación de la Comisión Europea, pero debe ser aprobado por el Parlamento Europeo con una mayoría de votos. Estaremos pendientes para saber si sale adelante, porque, de ser así, y si tenías pensado moverte fuera de tu país durante este verano, vas a necesitar saber usarlo correctamente.
La Unión Europea no es pionera en la creación de este tipo de pasaporte sanitario. El Gobierno de Israel, por ejemplo, país que se ha tomado muy en serio la vacunación de sus ciudadanos, ya ha llegado a acuerdos con otros países para poder moverse mostrando tu certificado de vacunación. En Francia también se ha creado ya el coronavirus travel pass, una aplicación que ya ha sido descargada por más de 15 millones de personas en la que se vuelca información sobre las fechas y resultados de sus PCRs.
Por estos motivos, parece aceptable pensar que el Certificado digital verde europeo será una realidad en unas semanas. Es cierto que hay determinados partidos dentro del Parlamento Europeo que están haciendo una fuerte oposición a esta medida, por calificarla de discriminatoria y por la desigualdad que generaría entre, por ejemplo, los jóvenes, que son los últimos en ser vacunados pero también son uno de los grupos de edad que más viaja.
A esperas que de sea o no aprobada esta medida, lo que sí se sabe es que será un certificado totalmente gratuito para el usuario, para eludir la discriminación por el nivel de renta, tendrá una vigencia de 12 meses, pues aún se desconoce cuánto dura la inmunidad de las vacunas que se están administrando, y no incluirá a los vacunados con Sputnik V, la vacuna rusa, ni las Sinovac y Sinopharm, ambas creadas en China.
Estará disponible para todos los ciudadanos de la UE, para que puedan moverse por todo el territorio de la Unión Europea, aunque también se estudia la colaboración con otros países no miembros. Con el fin de cumplir con la normativa europea de protección de datos, solo incluirá datos esenciales como nombre, fecha de nacimiento y fecha de la expedición del documento.
Los extranjeros que viven habitualmente en territorio de la Unión Europea y los visitantes con permisos también podrán solicitarlo. Reino Unido, que recientemente ha dejado de ser miembro, también estudia realizar su propio pasaporte de vacunas. No obstante, aun si se aprobase este certificado, cada país miembro puede adoptar las medidas que crea necesarias sobre cómo gestionar la entrada y salida de turistas.
Aquellas personas que no puedan ser vacunadas, como los niños, tendrán derecho a moverse con libre circulación pero ateniéndose a las limitaciones concretas impuestas por cada país. Aunque, si han superado la enfermedad, sí podrían solicitarlo.
El pasaporte COVID-19 cuenta con el apoyo de España, como lo reflejó el presidente Pedro Sánchez en un tuit el pasado 17 de marzo: