Ni el frío mata al coronavirus ni la lejía evita su contagio: la guía de la OMS para combatir la desinformación

Pensamos que los demás son más influenciables ante los bulos que nosotros, pero todos somos vulnerables a la información falsa
La incertidumbre y el miedo han favorecido a que surjan bulos y se propaguen tan rápido como el propio coronavirus
La OMS ha elaborado un listado de rumores falsos sobre la COVID-19 para que la población esté informada
Desde que se comenzó a hablar del coronavirus a comienzos del 2020, los bulos se han convertido en un enemigo tan rápido y contagioso como la enfermedad. Videos en Facebook, cadenas de WhatsApp, hilos de Twitter y un sinfín de mensajes con algo en común, información falsa.
En algunos casos, los bulos surgen con intención de desinformar y confundir a la población a propósito, a menudo con fines políticos. Sin embargo, suelen propagarse tan rápido por culpa del miedo y la incertidumbre al a que estamos sometidos. Al fin y al cabo, el coronavirus nos ha pillado por sorpresa y aunque durante meses se han propuesto decenas de medidas y recomendaciones sanitarias, todavía no sabemos muy bien cómo pararle los pies a la pandemia.
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El efecto tercera persona
Lo primero que debemos hacer a la hora de afrontar la pandemia de los bulos es admitir que todos somos vulnerables a ellos.
Según el efecto tercera persona, tendemos a sobreestimar la influencia de los medios de comunicación y las redes sociales en los demás, minimizándola en nosotros mismos. En otras palabras, consideramos que otras personas –sobre todo aquellas con ideología opuesta– son muy influenciables a la información falsa, pero nosotros no.
Phillip Davidson, el sociólogo que acuñó el efecto tercera persona en 1983, tenía claro que esto es falso. Todos somos influenciables a determinada información y creernos invulnerables a los bulos nos hace todavía más susceptibles a ellos.

Los 10 bulos que igual te pueden haber colado sobre el coronavirus
En el caso del coronavirus, los bulos no solo nos desinforman, sino que también pueden afectar a nuestra salud. Esto es evidente en aquellas personas que rechazan la existencia de la enfermedad o se niegan a utilizar mascarillas.
Para frenar los bulos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha desmentido uno a uno los rumores relativos al coronavirus.
- ¿Existe algún medicamento que trate o prevenga el coronavirus?
Hasta la fecha los bulos han afirmado que la vacuna contra la neumonía podía curar la enfermedad, pero esto es falso tal y como señala la OMS. Tampoco muestra efectos beneficiosos la hidroxicloroquina, un fármaco destinado a el paludismo, el lupus eritematoso y la artritis reumatoide. Y por supuesto los antibióticos tampoco tienen ningún efecto ante el coronavirus, ya que son fármacos destinados a tratar infecciones bacterianas, no víricas.
En definitiva, no hay ningún tratamiento, fármaco o vacuna capaz de tratar o prevenir el coronavirus, aunque hay varios ensayos muy prometedores.
- La lejía en la piel no evita el contagio y puede ser muy peligrosa
La lejía debe utilizarse únicamente para limpiar superficies, no para alimentos ni mucho menos en la piel o mucosas. De lo contrario pueden producirse irritaciones graves, quemaduras y lesiones.
Si quieres aplicar una sustancia desinfectante en tu piel, utiliza solo gel hidroalcohólico y jabón de manos. Y ojo, no vale aplicarlo sin más. Debes llegar a cada rincón de tus manos.

- Aguantar la respiración durante 10 segundos sin toser no significa que seas inmune al coronavirus
En algunas redes sociales se ha viralizado esta práctica para comprobar si tienes el coronavirus, pero es totalmente falsa.
La única forma de comprobar si padeces la COVID-19 es mediante una prueba de laboratorio. Además, hay personas que desarrollan la enfermedad sin tos seca, pese a que sea el síntoma más característico.
- ¿Viene bien enjuagarse la nariz con solución salina para prevenir el coronavirus?
No, aunque sí es una forma de aliviar los síntomas característicos del resfriado común. Si tienes un catarro y fuerte congestión nasal, la solución salina puede ayudarte a acelerar el proceso de curación y a sentirte mejor. Sin embargo, no sirve para prevenir ni tratar el coronavirus.
- El coronavirus se transmite también en climas húmedos y cálidos
Aunque durante el mes de julio hubo una bajada de casos, el coronavirus sigue propagándose aunque haga calor.
La OMS considera especialmente importante este bulo porque son muchas las personas que creen que bañándose con agua caliente previenen el virus. Además de no servir para evitar la enfermedad, temperaturas muy altas pueden provocar quemaduras.
- El frío no mata el coronavirus
En la otra cara de la moneda, la OMS señala que el frío no sirve para matar el virus causante de la pandemia mundial. Por otro lado, dejan claro que la temperatura corporal se mantiene entre 36,5° y 37° independientemente de si te das un baño con hielo o con agua hirviendo.
- Los termómetros sin contacto solo detectan la fiebre, no el coronavirus
Antes de comprar un termómetro sin contacto, ten en mente que solo sirve para detectar fiebre. No es una prueba capaz de diagnosticar el coronavirus.
Por otro lado, este tipo de termómetros suelen ser más caros que los convencionales y para un uso doméstico no reportan diferencias ni beneficios. En otras palabras, te puedes seguir apañando con el termómetro de toda la vida en casa.

- Los jóvenes también se contagian y pueden desarrollar complicaciones graves
Cada vez se está hablando más de las secuelas en pacientes jóvenes, pero muchas personas no son conscientes de ello. Aunque las personas mayores o con asma, diabetes o cardiopatías tienen más riesgo de complicaciones, todos somos vulnerables al coronavirus.
- Ni las lámparas de luz ultravioleta ni los secadores de manos desinfectan la piel
Otro de los mitos más disparatados es el uso de lámparas de luz UV o ultravioleta para desinfectar las manos. Esto no solo no aporta ningún beneficio, sino que pueden irritar la piel y los ojos. También se ha asociado la exposición a luz ultravioleta con un mayor riesgo de cáncer de piel.
Respecto a los secadores de manos, tampoco hay ningún estudio sobre su eficacia para prevenir el coronavirus. Es mejor lavarse las manos con jabón y secarlas con una toallita de papel.
- Las redes 5G de telefonía no tienen nada que ver con el coronavirus
Aunque para muchos esto es obvio, la OMS ha querido dejar constancia de que las redes 5G de telefonía no se relacionan de ninguna manera con el coronavirus.
El coronavirus se transmite a partir de las gotas y partículas que expulsamos al hablar, toser o estornudar. Estas gotas no tienen nada que ver con las ondas electromagnéticas ni con las redes telefónicas. Y por supuesto, hay casos de COVID-19 en países sin redes 5G.