Ahora prácticamente todo lo que escribimos lo hacemos con el ordenador y es por eso que nuestros escritos son tan fáciles de descifrar, ya que la caligrafía no puede no ser exquisita. Sin embargo, en el tiempo de Charles Dickens todo era muy diferente.
Para Charles Dickens sobran las presentaciones, pero por si alguien se ha despistado, este es uno de los principales autores de la lengua inglesa conocido especialmente por algunas de sus obras como 'Oliver Twist' o 'Cuento de Navidad'.
Pues bien, este escritor, para coger notas, utilizaba un peculiar método de taquigrafía llamado braquigrafía. No obstante, descifrar estos apuntes a día de hoy es una tarea casi imposible y es precisamente por eso que unos investigadores de la Universidad de Foggia, en Italia, y de la Universidad de Leicester en Inglaterra, en colaboración con el Consejo de Investigación de Artes y Humanidades y el Dickens Code Project, ofrecen una recompensa económica para aquella persona que sea capaz de interpretar uno de sus escritos, el cual a día de hoy sigue siendo un misterio.
El escrito de Dickens que no se ha logrado descifrar en más de 150 años, según 'The Times', se llama 'La carta de Tavistock' y debe su nombre a Tavistock House, la casa londinense del autor. A día de hoy, nadie ha sido capaz de descifrarlo y es por eso que las universidades ofrecen 300 libras esterlinas, es decir, 360 euros, a aquella persona que sea capaz de leer lo que ha escrito en el documento. Además, para conseguir este dinero tendrá que hacerlo antes del 31 de diciembre.
A Dickens le gustaban los juegos de palabras, según ha explicado Hugo Bowles, profesor de inglés en la Universidad de Foggia en Italia: "Claramente le gustaban los juegos de palabras y los rompecabezas y habría sido muy bueno en ellos, de ahí el uso de este sistema".
Era tan ingenioso que aunque se han utilizado diferentes técnicas, nadie ha conseguido descifrarlo todavía: "Parece simple, pero en realidad no lo es. Lees las consonantes y llenas los espacios. Es un poco como jugar al Scrabble en tu cabeza", comenta Bowles. "Desafortunadamente, las notas preexistentes no son suficientes para ayudarnos a decodificar todo. Da algunos de sus símbolos adicionales, que son útiles, pero gran parte del problema está realmente relacionado con su escritura".
Lo que hace esto tan complicado es que Dickens se inventó parte del sistema que utilizaba y, por tanto, solo él sería capaz de descifrarlo: "Dickens descarta los símbolos que son más oscuros y que no aparecen en lo que informa. En cambio, crea nuevas marcas que tienen más sentido y que le ahorran tiempo como escritor de taquigrafía".
Ahora, aunque los investigadores han empleado una serie de técnicas de lo más novedosas para intentar descifrar el código de Dickens, entre las que se encuentran dar con piezas traducidas y trabajar hacia atrás o emplear el aprendizaje automático, todas ellas han fallado y el escrito sigue siendo una gran incógnita a día de hoy.