Casi cien años de historia dan para mucho. Los Oscar, los premios más importantes del mundo del cine, rozan su centenario de vida con incesantes momentos para no olvidar. Por su escenario han pasado las mayores estrellas de Hollywood y han dejado para la eternidad recuerdos inolvidables. Discursos emotivos, ganadores sorpresa, actuaciones de altura y, sobre todo, muchas anécdotas y curiosidades.

Pero, como pasa siempre, los Oscar también han vivido momentos incómodos, polémicos y muy criticados. El último ejemplo lo hemos vivido esta madrugada con el puñetazo que Will Smith ha propinado a Chris Rock después de que el comediante hiciera una broma sobre la alopecia que sufre la mujer del actor. “Jada, te amo. ‘G.I. Jane 2′. No puedo esperar para verla”, dijo. Un comentario que provocó la reacción airada del actor, que se levantó de su asiento, subió al escenario y propinó un brutal puñetazo al comediante.

Los invitados, y probablemente también la audiencia mundial que seguía por televisión la gala, pensó que se trataba de un gag preparado. Pero nada más lejos de la realidad. Chris Rock se quedó en shock y ya desde su asiento Smith le espetó: "Leave my wife's name out of your fucking mouth" ("Mantén el nombre de mi esposa fuera de tu p... boca"). Una expresión que repitió hasta dos veces. El humorista volvió a quedarse sin palabras y tras unos segundos de incómodo silencio se limitó a decir: "Ya puedo retirarme. Esto fue... la mejor noche en la historia de la televisión”.

La airada reacción de Will Smith ha generado un auténtico tornado en las redes sociales y ha eclipsado por completo a los otros premiados de la noche. Pero en los Oscar se han vivido otros momentos 'tierra trágame' difíciles de olvidar:

Un auténtico momentazo para la historia tuvo lugar en la edición de 2017. "La La Land" llegaba a la ceremonia de los Oscar como rotunda favorita tras su éxito en taquilla y en la temporada de premios. En el momento cumbre de la gala, cuando se iba a entregar el Oscar a la mejor película, la cinta de Damien Chazelle ya acumulaba seis premios. Warren Beatty y Faye Dunaway salían al escenario para coronarla como mejor filme. Warren abre el sobre y en su cara se dibuja un gesto de desconcierto. Hay unos segundos de silencio. Warren vuelve a leer la tarjeta del ganador, pero no entiende nada. Faye se lanza a la piscina y grita que la ganadora es "La La Land". El equipo de la película sube al escenario bajo el aplauso del Dolby Theatre. Los productores comienzan a dar su discurso pero, segundos después, empieza a generarse un revuelo sobre el escenario. Efectivamente: la ganadora no era "La La Land" sino "Moonlight". Uno de los responsables de PwC, encargado de dar los sobres a los presentadores, entregó a Warren y Faye el de mejor actriz, que anteriormente había ganado Emma Stone, y no el de mejor película. De ahí que la pareja no entendiera lo que estaban leyendo. Jamás en la historia de los Oscar había ocurrido un equívoco al anunciar el ganador de una categoría... y mucho menos en mejor película.

En 1974, un hombre desnudo apareció sobre el escenario en el momento en el que el presentador, David Niven, iba a presentar a Elizabeth Taylor. Aquel hombre fue Robert Opel, un activista por los derechos de la comunidad LGBT+. Se puso delante del escenario e hizo la señal de amor y paz.

En el año 2000, una remesa de 55 estatuillas fue robada de un muelle de carga semanas antes de la gala. La mayoría fue recuperada gracias a Willie Fulgear, un ciudadano que las encontró cerca de un vertedero en el barrio coreano de Los Ángeles. Como recompensa, la Academia lo convirtió en su invitado especial a la ceremonia de ese año. Una estrella más en el universo de Hollywood.

En 1973, Marlon Brando se negó a recibir el Oscar por icónico papel en "El Padrino" como protesta por el maltrato hacia los indios americanos. En su lugar, la activista y actriz Sacheen Littlefeather subió al podio para dirigir un discurso político que provocó algunos abucheos entre el público.

Un momento para la vergüenza ajena fue el número musical que unió a Rob Lowe con Blancanieves en la apertura de la ceremonia de 1989. Todo empezó con una réplica del musical 'Beach Blanket Babylon', de Steven Silver, que duró once minutos. Una ‘alter ego’ de Blancanieves aparecía junto a rostros conocidos de la música pop o de la televisión. Después, Rob Lowe salió a escena para interpretar un cover totalmente sexualizado de “Proud Mary”, con letras específicamente escritas para referirse a Walt Disney. Un espectáculo dantesco catalogado como la peor actuación de la historia en los Oscar.