Médicos de un hospital de Brasil han revelado que un niño nació con dos penes, un defecto conocido como 'difalia' que aparece en uno de cada seis millones de bebés varones. Los doctores de la Universidad Federal de Sao Paulo, en Brasil, confirmaron este singular hecho - según recoge el Daily Mail - aunque al bebé hubo que extirparle el más grande ya que sólo podía orinar por el otro pene.

Sus dos miembros estaban unidos en la base y los médicos brasileños planearon en un primer momento amputar el más pequeño de los dos. Sin embargo, los exámenes mostraron que su pene izquierdo no funcionaba correctamente porque su uretra era demasiado estrecha para que pasara la orina. Al niño, que fue operado ya con dos años, ni siquiera le quedó un muñón porque los cirujanos pudieron separar por completo su pene adicional.

Los médicos que han tratado al pequeño han señalado que esta anomalía, conocida como difalia, solo se ha detectado 100 veces en la historia. El primer caso conocido data de 1609 y los expertos estiman que la afección afecta a uno de cada seis millones de bebés varones.

No está claro cómo se produce la difalia o si hay un factor de riesgo conocido, pero se cree que ocurre "por casualidad" cuando los genitales se desarrollan en el útero. Los pacientes pueden tener difalia completa, cuando ambos penes están bien desarrollados o difalia parcial, cuando un pene es más pequeño o está deformado.

A principios de este mes, MailOnline informó sobre el caso de un niño uzbekistaní que nació con dos penes completamente funcionales. A diferencia del niño brasileño, el niño uzbekistaní podía orinar por ambos penes, que estaban unidos en el eje. El año pasado, los médicos iraquíes informaron del nacimiento de niño nació con tres penes, un defecto conocido como triphalia.

Un joven estadounidense que padece difalia se atrevió incluso a contar hace unos años su experiencia. "Hola. Me llamo Double Dude (Pseudónimo), tengo 25 años y vivo con dos penes de 25 centímetros y totalmente funcionales" , explicaba en las redes sociales.

Aunque algunos puedan verle ciertas ventajas a este hecho, lo cierto es que las personas afecyadas por difalia sufren estigma social. "No quería que otros jóvenes estuvieran celosos o se sintieran mal porque ellos no tenían dos penes. No se me pasaba por la cabeza que me pudieran odiar porque yo tenía dos, o siquiera que fueran a pensar que yo era raro (...) Me hubiera gustado que mis padres me hubieran explicado claramente que la gente se burla de las cosas que no entienden. Siempre he tenido esto, esta es mi vida. Cuando miro hacia abajo, lo que veo me parece normal a mí", explicó el joven a la BBC.

Además del posible rechazo social los afectados tienen un gran riesgo de padecer espina bífida, y produce a menudo importantes complicaciones genitourinarias que requieren atención quirúrgica (dificultades para orinar y disfunción eréctil).