El pasado sábado 29 de mayo, un joven menor de edad, de 15 años, paseaba junto a otro chico cuando un tercero se acercó a ellos para pedirle pipas. El joven les mojó con un refresco en plan de broma y el desconocido le preguntó si era gay. Al responder que sí, empezó a insultarle y más tarde volvió con un grupo para darle una paliza. La víctima, cuya identidad protegemos al tratarse de un menor de edad, denunció los hechos ese mismo sábado en la comisaría de Vilagarcía de Arousa, provincia de Pontevedra. El lunes 31 volvió para ampliar la denuncia.

La Policía Nacional ha confirmado que la Unidad de Atención a la Familia y a la Mujer (UFAM) está investigando los hechos a través del testimonio del joven y trata de identificar a los cuatro agresores gracias al visionado de vídeos.

El adolescente publicó una foto de su cara tras la paliza en su cuenta de Instagram y escribió su opinión sobre lo que le había ocurrido. Reconoce que él lanzó parte del refresco de cola que estaba bebiendo cuando uno de los agresores se acercó a él y al otro chico con el que estaba, para pedirles pipas. Puso las manos en cuenco, como pidiendo que se las llenasen de pipas, y el menor les volcó parte de su refresco. El agresor se molestó y le preguntó al joven si era gay. Ante su respuesta afirmativa, empezó a insultarle, y poco después volvió acompañado de otras tres personas y comenzaron a darle puñetazos.

"En ningún momento estoy dando a entender que porque me peguen por ser homosexual ya es una agresión homófoba, sino por los insultos y por el puñetazo después de declararme gay delante de ellos", escribió en su cuenta de Instagram. Además, se queja de que no haya una ley para las agresiones homófobas y que el delito de odio no pueda ser denunciado, solamente la paliza.

La noticia ha llegado a muchos colectivos y asociaciones LGTBIQ+, que señalan que ese fue uno de los puntos que eliminó el Partido Popular en Galicia cuando el Parlamento aprobó de la Ley 2/2014 por la igualdad de trato y la no discriminación de lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales en la comunidad.

"Me empezó a insultar llamándome "MARICÓN" y yo me largué de allí para no crear conflictos. Una vez nos estábamos apartando, nos empezaron a seguir, por lo que empecé a andar más rápido. En ese momento, una chica probablemente del grupo de los que me seguían, apartó al chico que me acompañaba porque dijo que le tenía que contar algo personal y que yo no podía estar delante. Yo me intenté acercar a ellos para refugiarme de alguna manera, pero el chico que me empezó a insultar anteriormente se presentó delante mía con su pandilla y me empezaron a insultar de manera muy homófoba, yo no pude reaccionar ya que estaba muy nervioso y después de una pausa y más insultos, uno de los de la propia pandilla de chicos me preguntó si era gay, a lo que yo respondí que sí. Seguidamente, uno por uno, me empezaron a pegar 3 o 4 puñetazos en el ojo y en la cabeza mientras me dejaban ciego durante unos segundos. Antes de que me dieran el último puñetazo les intenté pedir perdón pero no me dieron tiempo y me pegaron el último", relata el menor.

Son muchas las personas que han denunciado en redes sociales que hechos como este se sigan repitiendo, incluso en el mes del Orgullo, dedicado, precisamente, a defender los derechos humanos y la diversidad sexoafectiva. El colectivo Avante LGTB+ publicó un comunicado en sus redes sociales sobre el tema: "Amosamos o noso máis firme reixeitamento a este tipo de actos que atentan contra as nosas vidas, así como contra a incompetencia institucional que nos deixa sen amparo. Sabemos que a intención dos agresores e manternos caladas e asustadas, por iso nos posicionamos publicamente e sen medo. Así mesmo, tamén queremos servir de canle para dar voz a estes casos, xeralmente ignorados pola prensa. Animámosvos a visibilizar estas agresións. Estaremos aí se o precisades para axudar, acompañar ou aconsellar e Avante LGBT empregará todos os seus medios para loitar e que isto deixe de acontecer".