¿Eurovisión es política? El concurso musical más importante del mundo siempre ha estado en el ojo del huracán por los supuestos intercambios de favores en forma de puntos que se hacen algunos países durante las votaciones. Las guerras, los conflictos políticos, las tensiones por la inmigración o el terrorismo también quedan reflejados en las canciones de algunos de los participantes o en el propósito de su participación. Eurovisión es más que un concurso musical y muchas veces se infravalora su influencia y su poder mediático.
La BBC ha publicado este martes un artículo que deja constancia de la gran importancia que adquiere el festival más allá de mero programa de televisión. El año pasado, el locutor francés Stéphane Bern estaba comentando Eurovisión para la televisión pública francesa cuando recibió un mensaje de texto urgente de Emmanuel Macron.
Francia había quedado en segunda posición gracias a la increíble voz de Barbara Pravi y su canción "Voilá". Los italianos Mäneskin se proclamaron los ganadores con el tema "Zitti e buoni" gracias, sobre todo, al apoyo masivo del televoto. Sin embargo, su triunfo quedó durante las primeras horas empañado por un supuesto vídeo donde se veía a Damiano David, vocalista de la banda, consumiendo cocaína en plenas votaciones.
La delegación francesa intentó que este escándalo supusiera la descalificación de Italia. Lo que no se sabía hasta ahora es que el propio presidente francés, Emmanuel Macron, también maniobró para conseguir que la UER le brindara el triunfo a Francia en los despachos. "Fue un gran lío", recuerda Bern. “Recibí muchos mensajes en mi móvil, incluso uno del presidente francés, diciéndome que Måneskin tenía que ser descalificado, diciendo: 'Tienes que hacer algo, por favor'.
El ministro francés de Asuntos Europeos, que estaba en Róterdam por el concurso, también envió al comentaristas mensajes que decían: '¿Qué debemos hacer? ¿Qué debemos hacer? Por favor, haga algo'. "Pero, ¿qué podía hacer yo? ¡No soy el presidente de Eurovisión!", les respondía a ambos.
La jefa de delegación francesa y miembro destacado de la televisión publica del país, Delphine Ernotte, puso un poco de cordura y recordó que no se podía ganar "descalificando al primero". "Así que no hicimos ningún murmullo ni protestamos por eso", recuerda Bern. Más tarde, el líder de Måneskin se hizo una prueba de drogas que dio negativo.