Nuestra cultura está hecha de fans, y los fans son, en teoría, esas criaturas separadas de los famosos a los que adoran por una línea imaginaria de puntos. Creadores y creadoras frente a seguidores. Instagramers y followers. Celebrities y audiencia, discreta o masiva. Dioses y… ¿monstruos?
De hecho, el fan ha ido adquiriendo una condición cada vez más sagrada dentro de esa dicotomía entre autores y público. Así, ‘fan service’, por ejemplo, se refiere por lo general a esas novelas, películas y series que adaptan sus tramas, giros de guión y arcos de personajes a las peticiones y deseos de su audiencia, la mayoría de las veces con resultados catastróficos.
Gana el público, pierde (a menudo) la calidad del producto. Si decimos ‘fenomeno fan’, probablemente nos estemos refiriendo al éxito inesperado de algún producto cultural, siempre gracias a la audiencia que lo reclama, lo resignifica y lo eleva a las alturas.
¿Y qué pasa con los famosos enamorados de fans, o los fans que acaban encamados y casados con alguna celebritie por obra y gracia de una tirada de dados del destino?
También cuentan con su hueco, claro. En este artículo.
Hace escasas semanas, Zzoilo se volvía viral una vez más gracias a sus propios seguidorxs, que alucinaban con su verdadera edad (no te la imaginas). Lo cierto es que el artífice de ‘Mon amour’, uno de los temazos más virales del año pasado, un auténtico terremoto en plataformas con Tik Tok o Spotify, tiene una relación estrecha con su audiencia; tan, tan estrecha que su propia canción le ha permitido vivir un romance de película con una de sus seguidoras.
La salsa del asunto sucedió en Instagram. El valenciano publicó un post con el que destapaba el giro de guion inesperado en su vida. “Quien me iba a decir que acabaría siendo tan feliz con esa chica de flequillo que cantaba Mon Amour con un micrófono baratero…" Rápidamente, lxs seguidorxs del valenciano se lanzaban a especular. Resulta que la chica que aparece en el video compartido por Zzoilo es Marina Melgar, una fan (con su propia carrera musical, eso sí) que le hizo un cover de su temazo. Gracias a la versión de ella, también viral, pudieron conocerse y empezar una relación.
El hecho de estar felizmente casado con Hailey Baldwin no impidió al bueno de Justin vivir una especie de crush digital con una desconocida. Las redes dieron noticia de ello cuando el cantante publicó en Instagram una fotografía de una chica misteriosa, acompañada de un mensaje de alerta: “Dios mío, ¿quién es?”. Fueron los millones de seguidores del cantante los que rastrearon los océanos de Internet para localizar a la desconocida y atribuirle una identidad.
Su nombre: Cindy Clark. Su parecido, según la audiencia planetaria del cantante: un poco de la modelo Irina Shark, rasgos de Cristiano Ronaldo y, mayoritariamente, un deja vu increíble con Angelina Jolie. La carambola (ser una desconocida por la que se interesa una megaestrella) se saldó con una situación bastante estresante para ella, que en poco más de una semana ganó más de 100.000 seguidorxs en su cuenta de Instagram y multitud de cuentas falsas que replicaban su perfil y su imagen para tratar de ponerse en contacto con Justin.
No es extraño ser fan de 'Juego de Tronos' en tiempos como estos. Una serie que nos creó, durante diez temporadas, lo más parecido a una adicción catódica, se coló en nuestra cultura popular para romperla desde los cimientos y, de paso, nos dio la boda roja, esa escena adorable en la que gustosamente meteríamos a nuestro peor enemigo para decirle unas cuantas cositas.
Si nosotros podemos ser fans, también las celebrities pueden suspirar por Invernalia, y fue eso lo que le sucedió a Joe Jonas, integrante de los Jonas Brothers. El cantante era fan absoluto de la serie, y en uno de estos giros de guión, decidió seguir a Sophie Turner (Sansa Stark) en Twitter. Ella hizo lo mismo. Quizá él le preguntara, fantaseando con Sansa: “¿Te gustaría conquistar mi castillo y pasar a cuchillo a mis guardias, o mejor quedamos en un sitio tranquilo a tomar algo?”. Bromas aparte, el cantante le agradeció a la ficción de HBO el papel tan importante que había jugado en su vida y cómo le permitió conocer a la que ahora es su mujer.
"Cuando te das cuenta de que Game Of Thrones va sobre vibraciones... ¡Felicidades a todos los que trabajaron en este increíble show! La televisión cambia la vida. Tengo que agradecerte por presentarme a la increíble Sophie Turner. Larga vida a la Reina del Norte". Se casaron en las vegas. La boda no la ofició ningún esbirro de los Lannister, sino un sacerdote vestido de Elvis Presley, como es costumbre en la ciudad del pecado y el juego.