Cada vez menos jóvenes tienen entre sus planes comprarse una casa. Vivir de alquiler se ha convertido en la norma (sobre todo en las grandes ciudades) y muy pocos se plantean pagar una hipoteca, es más, el 80,3% de los hogares compuestos por personas de entre 18 y 29 años son de alquiler, mientras que en 2013 estos no llegaban a la mitad… ¿Por qué pasa esto?
Pues bien, son diferentes los motivos que tienen los jóvenes para vivir cada vez más de alquiler, pero el principal problema es sin ninguna duda el dinero. Es más, el Observatorio DESC y el Consell Nacional de la Joventut de Catalunya (CNJC) han estudiado el acceso a la vivienda entre los jóvenes catalanes y la imagen que han elaborado con este es desoladora.
Los datos extraídos de este estudios son muy preocupantes, ya que demuestra que solo el 23,5% de los jóvenes catalanes puede emanciparse y los que lo hacen deben dedicar hasta el 120% de su salario a pagar el alquiler.
Además, "las estadísticas afirman que la situación ha empeorado desde 2008", justo cuando empezaba la anterior crisis económica, y que la situación actual es "manifiestamente mejorable", según el informe 'Radiografía: Jóvenes Inquilinos y Derecho a la Vivienda', que el Observatori DESC y el CNJC han entregado en el Parlament y que insta a las administraciones a tomar cartas en el asunto.
Este estudio se ha entregado al presidente del Parlament de Cataluña, Roger Torrent, para que se tomen medidas. En él se puede leer que los principales factores que explican la desigualdad de los jóvenes para acceder a una vivienda son el paro y la precariedad laboral.
Es más, según datos de la 'Encuesta anual de estructura salarial' publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), los jóvenes han visto cómo sus ingresos salariales han bajado durante 10 años consecutivos y se encuentran, a día de hoy, en los 930 euros mensuales.
El estudio del CNJC y del Observatorio DESC indica que el salario bruto de los jóvenes ha bajado el 21% en una década, dato que contrasta con un crecimiento "irrisorio" del 3% en el total de la población. Además, esta desigualdad ha impactado con mucha más fuerza a las jóvenes: las mujeres de menos de 25 años cobran un 27% menos que los hombres de su edad.
El problema no es solo que los sueldos hayan bajado, sino también la subida del precio de los alquileres. Estos han aumentado en Cataluña en un 36% desde 2014 y, según datos del Instituto Catalán del Suelo (INCASOL, por sus siglas en catalán), el precio medio en esta comunidad ha pasado de 539,54 a 735,36 euros en cinco años.
Otro de los problemas que refleja y muestra este estudio es que algunos de los jóvenes que consiguen emanciparse vuelven a la casa de sus padres por no poderse permitir vivir de alquiler. Es más, esto sube hasta el 4,4% y en un 34,9% de los casos el retorno al núcleo familiar es por dificultades económicas.
No obstante, el informe no se centra únicamente en mostrar los datos y porcentajes anteriores, sino que también hace una crítica a Cataluña por no contar con un sistema de políticas públicas de vivienda destinadas específicamente a los jóvenes que viven de alquiler.
También denuncia que la supresión de la Renta Básica de Emancipación ha supuesto un "retroceso en la capacidad de acceso y permanencia en una vivienda de los jóvenes en una situación precaria". Es más, para los impulsores del estudio, es necesaria una apuesta decidida para garantizar el derecho a la vivienda entre los jóvenes y por ello han considerado "fundamental" que los esfuerzos de las políticas públicas se centren en el alquiler y no en otras opciones.