El alcalde de Valencia, Joan Ribó, ha anunciado este viernes que postulará a su ciudad como sede de Eurovisión 2023 en el caso de que Chanel conquiste el triunfo en la gran final de la edición de este año, que tendrá lugar el 14 de mayo en Turín (Italia).

En un anuncio inédito por parte de un alcalde español en más de veinte años, el dirigente de Compromís ha señalado que Valencia está perfectamente preparada para ser la ciudad anfitriona del mayor programa de televisión musical del mundo, que siguen cada año más de 200 millones de espectadores.

"¡Eurofans! Sábado por la mañana, playa; al mediodía, paella; por la noche, Eurovisión. ¿Qué les parece el plan para 2023? Si Chanel gana propondré formalmente a Valencia para que sea la ciudad que acoja la próxima edición. Es una cuestión de voluntad, no monetary", ha escrito en un tuit el alcalde, con guiño incluido a la letra de "Slo Mo".

La vinculación de la Comunidad Valenciana con Eurovisión es ahora muy fuerte desde que el pasado año RTVE llegara a un acuerdo con la CC.AA. para celebrar la preselección en Benidorm. Fruto de ese pacto tuvo lugar la celebración en enero de este año del exitoso Benidorm Fest, que ganó Chanel sobre favoritas de la audiencia como Rigoberta Bandini o Tanxugueiras. El acuerdo entre la Generalitat y RTVE garantiza al menos tres años más de este formato.

En el caso de que Valencia fuera la sede de Eurovisión 2023, todo parecería indicar que podría celebrarse en uno de los edificios emblemáticos de la ciudad de las Artes y las Ciencias, siempre y cuando cumpla con los requerimientos técnicos que obliga la UER. Las ciudades anfitrionas de Eurovisión también deben contar con un aeropuerto internacional cercano y gran capacidad hotelera, premisas que Valencia también cumple.

La primera y, hasta ahora, única vez que España organizó Eurovisión fue en 1969 tras la victoria de Massiel en Londres con su mítico «La la la». Los gastos estimados de ese certamen, que se celebró en el Teatro Real de Madrid y que presentó Laura Valenzuela, fueron de unos cien millones de pesetas.

Sin embargo, el gobierno de Franco no escatimó en recursos con tal de ofrecer a través del concurso una imagen moderna de España a toda Europa. Tanto fue así que, incluso se invitó a todos los cantantes, compositores, directores y acompañantes a unas vacaciones pagadas a la Costa del Sol y Mallorca, cenas copiosas, cócteles a granel, tablaos, partido de fútbol y hasta una visita por el Madrid de los Austrias.

Salvador Dalí recibió el encargo de hacer el cartel promocional y el lema del festival fue en aquella ocasión "La España diferente". La retransmisión mostró las carencias de una televisión pública que todavía no estaba a la altura de un evento de tal magnitud, pero que solventó con buena nota el reto eurovisivo. Sólo la confusión tras la conclusión de las votaciones, con cuatro distintos ganadores, puso la nota discordante a una noche que atrajo la mirada de más de doscientos millones de personas.

El "Vivo cantando" de Salomé fue una de las cuatro canciones triunfadoras de la gala. La última vez que España disfrutó del éxito en Eurovisión. ¿Recogerá este año el testigo Chanel?