Está siendo sin duda una metafórica temporada de rosas para Evaluna Montaner, y por extensión, Camilo. Pronto llegará un nuevo miembro al clan, el pequeño índigo. Como el niño no se acabe dedicando a la música y rompa la tradición familiar, seguramente les dé un disgusto. Más allá del futuro del bebé, más que asegurado, la pareja disfruta de uno de los mejores momentos personales y profesionales de su carrera (aquí puedes leer algunas curiosidades sobre su encendida historia de amor). No solo Evaluna, sino también sus dos hermanos, de los que ya te hablamos en Yasss.
La familia de Evaluna es bíblica y numerosa, aunque, curiosamente, casi todos tienen algún tipo de vínculo sentimental con el arte, ya sea con la música (la mayoría del clan Montaner ha desarrollado su propia carrera en este ámbito) o con las artes cinematográficas, campo en el que su madre ha destacado como cineasta.
Como no nos dan los dedos de la mano para enumerarlos a todos, hoy te hablamos del clan.
Eduardo Montaner y Marlene Rodríguez son los padres de Evaluna y sus dos hermanos, Maurizio y Ricki. Como comentábamos antes, los dos han dedicado su vida enteramente a las artes y son una de las parejas latinas más admiradas del mundo, por el vínculo tan fuerte y el amor tan maduro que se prodigan desde que se conocieron. Marlene es la segunda pareja de Eduardo, con quien se casó después de romper su anterior matrimonio con Ana Vaz. Fruto de esa unión anterior nacieron los dos hermanastros de Evaluna, Alejandro Manuel y Héctor.
Ricardo Montaner es uno de los cantautores más importantes de Latinoamérica. Por su parte, Marlene Rodriguez es directora de cine. Dicho por sus propios hijos, son un auténtico ejemplo, y ellos mismos se denominan a sí mismos como ‘la tribu’: una llena de educación, amor e hijos que han llegado donde han querido gracias a un amor heredado y transmitido por sus padres. El arte en esta familia viaja de la montaña hasta la cuna de los bebés.
Alejandro es hijo del anterior matrimonio de Ricardo Montaner. El primogénito de la familia. También el primero, por fechas, que quiso dedicarse a la música y probó a iniciar una carrera en solitario. Fue en 2001, con su primer disco: ‘Todo lo que tengo’. Lo que realmente le hizo prosperar en la industria fueron sus estudios universitarios de Administración y Dirección de Empresas, que le permitieron meter la cabeza en las bambalinas de la industria musical. Ha ejercido de manager de distintos artistas, y trabajado dentro de Sony Latin Music y Sony Latin Entertaiment.
Por su parte, Héctor también ha probado el sabor de sus propias canciones. Dos discos. ‘Amor del bueno’ (2004) y ‘Apariencias’ (2007). Su verdadera vocación, o por lo menos, el terreno donde ha labrado su prestigio, es la de compositor. Es padre de tres hijos. Índigo tendrá primos de sobra con los que jugar.
Los hermanos mayores de Evaluna llevan viajando ‘juntos’ por la vida desde que manchaban los pañales a la vez. Pocos juguetes debieron de robarse hasta la decisión que cambiaría su vida profesional para siempre: aliarse y crear ‘Mau & Ricky’, el nombre con el que se han convertido en uno de los grupos de música más importantes de Latinoamérica. Si Evaluna es una estrella de éxito mundial, con su propio podcast en Amazon Music, Mau y Ricky no se quedan cortos, y forman una de las parejas musicales más potentes del panorama latino, con varios éxitos que se han colado en las listas Billboard y acumulan millones de reproducciones en las principales plataformas de streaming.
Mauricio es el mayor del clan Montaner, Ricky es el mediano y Evaluna la pequeña y mimada de la familia (excepto cuando llega su cumpleaños y el clan trata de seguir la oscura tradición familiar: restregar tarta de crema en la cara a la persona homenajeada).
Aún no ha llegado al mundo, pero ya tiene un videoclip creado ad hoc por sus padres para anunciarle a su audiencia planetaria la llegada de su primer hijo. El nonato del que todxs hablan y que ha partido por la mitad la vida de Camilo y Evaluna.
Hemos conocido casi todo en torno a la criatura no nacida, desde los antojos de su madre durante el embarazo (mandarinas y pepinillos) a por qué se decidieron a elegir un nombre tan particular para su pequeño.