Los eurofans vivimos el fin de la participación de España en Eurojunior como un auténtico drama. Ahora, trece años después de la última candidatura (que se dice pronto), Melani, con su canción ‘Marte’, puede devolvernos la ilusión de los ‘twelve points goes to… Spain’. Por eso, os vamos a describir todas las circunstancias que se dan en este certamen y no en Eurovisión, y que juegan a favor de la participación española.

De 4 candidaturas a Eurojunior, España ha conseguido ganar en una ocasión gracias al desparpajo de María Isabel cantando ‘Antes muerta que sencilla’, dos segundas posiciones con Antonio José y Sergio Jesús y una cuarta con Daniel Fernández. ¿Conseguirá Melani el TOP 5 con la vuelta de nuestro país al festival de la canción para niños?

Pero antes, ¿por qué las canciones infantiles petan más que las candidaturas españolas en el festival de Eurovisión? Pues bien, hemos descubierto cuál es el verdadero secreto del éxito por el que España triunfa en Eurojunior y no en Eurovisión: se dan una serie de particularidades que benefician a nuestro país. Os la contamos una a una.

El ganador de Eurovisión Junior se decide por una combinación del 50% de los puntos del jurado y el voto online. Esa mitad de los votos que se da a través del voto online, que se realiza en dos plazos en la web oficial del festival, podría decidir al ganador del mismo. ¡Y lo más importante! Los españoles pueden votar por España si así lo quieren.

A diferencia del festival de adultos, en el juvenil, los espectadores podrán apoyar (y no simbólicamente) a la candidatura de su propia patria, algo que puede beneficiar y favorecer a un país tan eurofan como España. ¿Os imagináis que se pudiera hacer en el festival de Eurovisión tradicional? Nos lo llevábamos de calle…

Pero, ¿cómo, cuándo y dónde tienen que votar los españoles por España? Las votaciones se abrirán el viernes 22 de noviembre, dos días antes de la final, en la web oficial de Eurovision. Allí se podrá votar gratuitamente, seas del país que seas y estés donde estés.

Esas votaciones se cerrarán justo antes de que comience la gran final, recordamos que es el próximo domingo 24 de noviembre a las 16:00. Cuando terminen todas las actuaciones se volverá a abrir el sistema de votaciones durante 15 minutos.

Hemos visto como en la última década el número de países que participa en el conocido festival que ganó Massiel ha ido aumentándose. Con el final de la Guerra Fría, a principios de los noventa, y la desintegración de Yugoslavia en el 92, muchos países del antiguo ‘bloque del este’ empezaron a competir de manera individual.

Esto continuó en aumento hasta los años dos mil, donde Bulgaría y Moldavía hicieron su debut en 2005, y se montaron en el tren de participantes algunos países como Azerbayán, Georgia y Armenia, siendo Austrailia, en 2015, el último país en hacerlo.

De esta manera, desde la primera edición de Eurovisión, que se celebró en Suiza y donde participaron un total de siete países hasta el último festival se ha aumentado en 34 candidaturas, participando un total de 41 en 2018, donde Miki fue nuestro último representante.

¿Qué es lo que pasa con Eurojunior? Pues que participan muchos menos países, es como si fuera un Eurovisión de antaño. En total, este año serán 19 las candidaturas que entrarán en juego por conseguir el ansiado micrófono de cristal. Queremos decir, el trofeo que se le de al niño o niña que gane.

Como curiosidad, de los 16 países fundadores de Eurojunior, en esta edición participarán seis de ellos: Bielorrusia, España, Macedonia del Norte, Países Bajos y Polonia.

Siempre se ha dicho, comentado y hablado que el ‘secreto’ (si es que lo hay) para encandilar a nuestros vecinos europeos es que la candidatura en cuestión cuente una historia. Algo que solemos hacer regulinchi tirando a mal en la versión adulta y que con los pequeños hemos realizado muy bien. Sergio Jesús le cantó a su madre fallecida, Antonio José le “llevó flores” a su abuela y ahora Melani quiere concienciarnos de la importancia que tiene cuidar nuestro planeta con la canción ‘Marte’.

Emoción, pero también 'españolismos'. Eso es lo que la gente quiere ver fuera de nuestras fronteras cuando piensan en España. Porque si bien la letra de la canción de María Isabel no evocaba a una emoción desmedida sí la supo envolver con muchos elementos ‘typical spanish’ (peinetas y abanicos incluidos) que se llevaron de calle al público europeo.

En definitiva, las canciones que triunfan son temas con una historia detrás que si están bien acompañadas de una buena puesta en escena tienen parte del camino hecho hacia el triunfo.

No hay campaña de marketing detrás de ellos, como sí pasa con los adultos. En el Eurovision Song Contest, el original, los países se rompen la cabeza por intentar llamar la atención y construir personajes que capten la atención europea, como la puesta en escena de Netta, la ganadora en 2017, durante los tres minutos que dura su canción.

Sin embargo, no hay nada que mejor llegue en un espectáculo pensado para la televisión que la propia autenticidad. Autenticidad que muchos niños, como nuestros candidatos españoles, al menos hasta la fecha, han conseguido plasmar cada vez que han participado.

Por nuestra parte está claro.... And our twelve points go to... SPAIN ¡y a disfrutar del espectáculo y de la vuelta de nuestro país a la versión infantil del festival de la canción!