El sueño de Entesar al Hammadi siempre había sido ser modelo. Desde que era una niña, ahora tiene 20 años, ha fantaseado con parecerse a las mujeres que veía en los anuncios o algún día ser ella quien anunciase cualquier producto.

Ella ha luchado por conseguir este sueño y cuando parecía haberlo conseguido, se lo arrebataron. Entesar al Hammadi nació en Yemen, un país ultraconservador en el que por posar con la cabeza descubierta puedes acabar en la cárcel; es más, esto es precisamente lo que le ha ocurrido a esta joven.

En su país, Yemen, estalló una guerra civil a principios de 2015 y desde ese momento los derechos y libertades de las mujeres se han visto todavía más recortados. Pues bien, esta joven fue detenida el 20 de febrero de este mismo año por incumplir el estricto código moral de los Huthi y posar sin cubrirse el pelo.

Entesar al Hammadi fue acusada de actos de "indecencia" y "posesión de drogas", según ha asegurado el abogado de Human Rights Watch (HRW), que denunció la situación el pasado miércoles 30 de junio. Además, amenazaron a Al Hammadi con someterla a una "prueba de virginidad", que al parecer al final no le hicieron, después de que Amnistía Internacional lo denunciara a principios del mes de mayo. Además, las autoridades le han negado a su abogado el acceso a los documentos judiciales y le han prohibido comparecer ante el tribunal desde finales de mayo.

Ahora, el caso de esta joven ha vuelto a ser noticia, además de porque el abogado de Human Rights Watch ha denunciado su caso públicamente; porque la joven ha intentado suicidarse al conocer la noticia de que la dirección de la cárcel central de Saná, donde está detenida, había decidido trasladarla a la sección reservada a las prostitutas.

Y es que la joven está cumpliendo una condena por lo que, según su abogado y varias organizaciones de derechos humanos, fue una detención completamente arbitraria. Cuando la joven estaba yendo a una sesión de fotos junto a otra amiga, milicianos Huthi pararon el coche en el que iba ella y su amiga y acabaron las dos en el centro de investigaciones criminales, incomunicadas durante 10 días y sin poder llamar a un abogado.

Tampoco se informó a la familia de la detención de la joven y fue gracias a una campaña que se llevó a cabo en las redes sociales que fue presentada ante la Fiscalía en abril y pudo reunirse con un abogado. Es más, cuando el primer fiscal las interrogó ordenó su puesta en libertad. En ese momento, se le apartó del caso y lo cogió otro funcionario que las acusó de prostitución y tráfico de drogas.

Ahora la joven, que tenía pensado empezar la universidad el próximo año, no podrá ir porque tendrá que seguir cumpliendo condena. Ella es la única fuente de ingresos para su familia, gracias a que lleva cuatro años trabajando como modelo y también ha aparecido en dos series de televisión.

Ni su padre ni su hermano pueden trabajar en un país en el que muchas mujeres no tienen esta oportunidad. Ellos no pueden hacerlo porque su padre es ciego y su hermano tiene una discapacidad física. Ahora ella tampoco porque está encarcelada.

Llevar o no el velo en el mundo de la moda es un gran debate para algunas mujeres musulmanas. En este caso, Halima Aden puede presumir de haber roto los tabúes y estereotipos en el sector de la moda con apenas 19 años. Todo empezó cuando la modelo musulmana decidió presentarse a un concurso de belleza en Minnesota y salió a desfilar con su hiyab puesto. Con su aparición se ganó a las marcas y se convirtió en la favorita de Kannie West, Max Mara, Nike o Fenty Beauty.

Sin embargo, su revolución en las pasarelas ha tenido un breve recorrido y después de ser la primera en desfilar con el hiyab puesto ha optado por retirarse de este mundo por razones personales. Con miles de seguidores en Instagram, la modelo ha dado un giro radical a su carrera y eso que estaba en su mejor momento profesional.