La alarma ha saltado para el planeta. No es para menos ni tampoco para mirar hacia otro lado porque sea algo que nos pille lejos. Australia está en llamas desde el pasado mes de septiembre y ver las imágenes de ese fuego devastador que está arrasando con todo nos pone los pelos de punta.
No solo se nos ha instalado un nudo en la garganta al ver cómo familias enteras de koalas no han podido escaparse del fuego y ese triste final se ha repetido para millones de mascotas, ganado y otras especies autóctonas. La escalada imparable de incendios lo está devorando todo. Hasta la fecha, ya son seis millones de hectáreas quemadas en Australia, el equivalente al área de Bélgica y Haití juntos, y según dicen los expertos, lo peor está aún por llegar.
Con esa sequía extrema, las altas temperaturas y la experiencia de que los meses con más incendios en el país son febrero y marzo resulta impensable que no nos preocupemos por lo que está pasando y hasta nos revolvamos en la silla por no poder hacer algo. Pero, ¿de verdad que no podemos echar de alguna forma una mano? Que no nos toque al lado, no quiere decir que tengamos que estar de brazos cruzados. Existen formas seguras de poder ayudar desde la distancia y desde Yasss os las contamos:
No existen fronteras, si se trata de poder ayudar a los demás. Y los primeros que necesitan de nuestro apoyo son los bomberos que están trabajando para apagar los constantes incendios. Estos equipos de voluntarios se están dejando la vida literalmente (tres de las víctimas mortales han sido precisamente bomberos) y todo lo que les podamos agradecer resulta poco para lo que están haciendo.
Sin embargo, además de admirar su esfuerzo, sí podemos hacer algo más por ellos. La opción que mejor viene tanto para apoyar a los bomberos voluntarios como para ayudar a las comunidades afectadas implica que nos rasquemos los bolsillos. Una donación a tiempo de cada uno, puede hacer mucho para reponer o ampliar equipos y a nosotros no nos supone casi esfuerzo.
Tanto es así que se han puesto en marcha varias campañas para recoger fondos: tanto desde la propia web del servicio de bomberos como en Facebook donde ya se han recaudado casi 28 millones de dólares; también se ha abierto una página web para familiares de los bomberos fallecidos y otra a través de la Bushfire Disaster Appeal para la Country Fire Authority que está en el estado de Victoria. Ellos son los que están en la primera línea del fuego, los que necesitan todos los recursos posibles, pero no son los únicos.
Los principales damnificados de lo que está ocurriendo en Australia son todas esas familias que lo han perdido todo. Desde terrenos, granjas, propiedades y hasta sus casas. Todo lo suyo ha sucumbido a las llamas y por eso, dependen ahora más que nunca de nosotros y de nuestra ayuda. Por lo que si queremos sentirnos de verdad útiles podemos hacer una donación a Vinnies o la Cruz Roja, ambas organizaciones están facilitando comida, ropa y productos básicos y gestionan lo que reciben desde su fondo de catástrofes naturales.
Del mismo modo y para seguir sumando esfuerzos, podemos destinar nuestro dinero a los voluntarios de BlazeAid. Ellos están ayudando a la reconstrucción de muchas fincas. Su objetivo es devolver a la normalidad y al trabajo a muchas familias que necesitan material para arreglar las vallas y tantos otros desperfectos ocasionados por el fuego.
La otra cara desconocida, pero que resulta la más vulnerable ante este desastre climático es la que representa a todas aquellas comunidades indígenas que con el fuego descontrolado lo han perdido todo. A ellos hay que prestarles especial atención y apoyo directo. La vía que se ha abierto de recaudación dirigida a ellos es a través de GoFundMe, que incluye a las comunidades aborígenes de la zona afectada de Gippsland y la de la costa meridional de Nueva Gales del Sur.
Las imágenes de koalas y canguros aterrorizados vagando por carreteras han dado la vuelta al mundo. Millones de animales han muerto en los incendios de Australia y el número es todavía más elevado si hablamos de los que están heridos. Ellos han soportado el fuego, las altas temperaturas desde que allí comenzase el verano no han bajado de los 42 grados y la falta de agua con esta sequía tan extrema.
Por ellos también podemos hacer algo. Si queremos ayudar a la fauna tenemos varias alternativas. En relación a los koalas, que han sido declarados funcionalmente como animal extinto tras los incendios, está la Australian Koala Foundation. A través de esta organización podemos donar dinero, comprar productos para los animales que aún sobreviven e incluso plantar un árbol de eucalipto a distancia. Los que prefieran unir más lazos con un koala, destaca la medida concreta de 'adoptar a un koala' para garantizar su supervivencia.
El hospital Port Macquarie Koala está recaudando fondos por su parte que irán destinados a construir estaciones donde puedan beber estas simpáticas criaturas trepadoras y a futuros programas de cría, pero los koalas no son los únicos animales a los que se dirigen estas ayudas. Las mascotas y el ganado también están en riesgo y la RSPCA en Nueva Gales del Sur está recaudando fondos para ayudar con los rescates, evacuaciones, refugio y ayuda a otros animales heridos.
Si por las razones que sean no estamos en un buen momento económico, también podemos ayudar de otra forma desde la distancia. No todo es el dinero. La información también cuenta y resulta que muchos de los datos que estamos descubriendo a través de las redes es falsa.
No hay conspiraciones ni se tratan de unos incendios provocados para abrir una nueva vía ferroviaria, ni todas las fotos que se están viendo pertenecen a estos incendios. Es real que en Australia llevan más de tres meses de fuego, pero con tal de lograr clics se están distorsionando muchas cosas en redes sociales y lo peor de todo es que nos las estamos creyendo.
De ahí que si no vamos a poder hacer mucho, por lo menos no sigamos ni difundamos bulos para no generar más caos. Pensemos que detrás de las fotos, tuits y post hay personas que de verdad se preocupan.
Como las obras humanitarias son libres, los hay que utilizan sus propias técnicas para recaudar fondos y hasta ahora no les está saliendo nada mal. Y si bien es cierto que no todos nos atreveremos o nos gustará la alternativa de la modelo Kaylen Ward, sí que es de alabar que haya tenido su propia iniciativa para "salvar a los koalas" y que lleve recaudados más de 500.000 dólares a base de desnudos.
Porque esta modelo ha prometido fotos con muy poca ropa encima (por no decir nada) a aquellos que donen al menos 10 dólares para luchar contra los incendios. Lo que no se iba a imaginar es que su idea se haría viral en redes y que la inyección económica iba a ser tan a lo grande.
No sabemos ese desenlace y tal vez no valgamos nosotros para desnudarnos, pero lo que sí tenemos que tener claro es que podemos hacer mucho y muy seguros, aunque nos separen tantos y tantos kilómetros.