¿A quién no le gusta viajar? Sin embargo, uno de los grandes problemas a la hora de elegir un destino es el dinero. A la mayoría de los jóvenes no es que nos sobre el dinero precisamente y es por eso que o tenemos que limitarnos a visitar los destinos más baratos o buscar alternativas.

Una de las opciones más populares en los últimos años, antes de la pandemia, ha sido, por ejemplo, intercambiar casas con desconocidos. De esta manera, el alojamiento te saldría completamente gratis y solamente tendrías que pagar el desplazamiento y lo que te gastes en vivir allí.

Otra opción es, por ejemplo, irte de aupair a otro país para cuidar a los niños de una familia a cambio de alojamiento y un pequeño sueldo; o, una nueva forma gracias a la cual la joven Madolline Gourley ha podido recorrer varios países: ser algo parecido a un aupair, pero en este caso de gatos.

Madolline escuchó en su trabajo que se podía viajar de esta manera, intercambiando alojamiento por el cuidado de las mascotas de los propietarios de la vivienda, y no se lo pensó dos veces. La joven australiana de 31 años lleva viajando de esta manera desde 2017 y no puede estar más contenta de haber escuchado de la existencia de este método hace ya cuatro años.

Al enterarse de esta posibilidad, la joven empezó a buscar información al respecto y encontró una web en la que se ofertaban este tipo de intercambios. Ella no lo dudó ni un segundo en probarlo, ya que viajar y los animales son dos cosas que le gustan mucho, así que en octubre de ese mismo año comenzó su andadura como cuidadora de gatos por el mundo.

A diferencia de las personas que se van a otro país a trabajar cuidando niños, Madolline no cobra por cuidar a los gatos, pero le parece justo, ya que estos animales no requieren muchos cuidados y simplemente tiene que acordarse de darles de comer un par de veces al día, cambiarles el agua y limpiar el cajón de arena.

Ella lo que hace es buscar, a través de internet, a personas que se vayan a ir de sus casas por el motivo que sea durante un tiempo, este puede variar desde un día hasta a seis meses, y en su ausencia Madolline se queda en su casa, cuida de ella y de su gato o gatos.

Antes de viajar hasta el lugar, la joven australiana se entrevista con la persona a la que le va a cuidar la casa y los gatos y así certifica que esta exista realmente y que no es ningún timo ni nada parecido.

Uno de sus primeros viajes como cuidadora de gatos fue a San Francisco, donde pasó unos 10 días. Es más, según contó la joven al medio Uniland esta experiencia fue super positiva para ella, todo salió tal y como estaba planeado y es por eso que decidió seguir viajando de esta manera.

Además, descubrió que efectivamente era una gran cantidad de dinero la que se podía llegar a ahorrar si en vez de buscar alojamiento se quedaba en las casas que otras personas le prestaban. Es más, en cuatro años la joven asegura que en viajes podría haberse ahorrado hasta 20.000 euros.

Es más, si no hubiera sido de esta manera, jamás podría haberse pagado sus viajes a Nueva York, Boston, Seattle, Santa Fe y Cincinnati. Ahora, con motivo de la pandemia, ha tenido que reducir sus viajes, pero ha aprovechado para conocer más Australia, visitando ciudades como Darwin o Sidney.

Si esto de cuidar mascotas es algo que te encantaría hacer, pero no para viajar, sino para ganar dinero, te traemos una oferta de empleo que quizá te interese y es que la empresa HoyseMyDog está reclutando un ejército de cuidadores y las ventajas que ofrecen a todo aquel que quiera inscribirse como candidato no están nada mal: trabajar a jornada completa o solo los fines de semana, que tu trabajo consista en pasar rato con los perros y darles abrazos y amor, ¡y ganar hasta 1.500€ al mes!