La invasión de Rusia en Ucrania sigue dejando capítulos dantescos. A las numerosas muertes y la pavorosa destrucción que asola buena parte del país, se unen las violaciones a mujeres ucranianas por parte de soldados rusos.

El alcalde de Bucha, escenario de la peor masacre hasta ahora en lo que llevamos de guerra, señaló que las fuerzas rusas abusaron sexualmente de 25 niñas y adolescentes, de entre 11 y 14 años, durante el mes que las tuvieron encerradas en un sótano en la localidad. Nueve de ellas quedaron embarazadas.

“Cada vez estamos escuchando más denuncias de violaciones y violencia sexual. Estas acusaciones deben ser investigadas independientemente para garantizar justicia y rendición de cuentas”, indicó Sima Bahous, directora ejecutiva de ONU Mujeres ante los numerosos casos que se han conocido.

La Federación Internacional de Planificación de la Familia (IPPF) ha enviado cerca de 2.880 paquetes de la bautizada como "píldora del día después" a Ucrania para evitar embarazos no deseados, mientras que una red de voluntarios europeos hace acopio de este medicamento para entregarlo a diversos hospitales del país, según informa The Guardian.

Sin una palabra me empujaron sobre la cama, me colocaron una ametralladora encima y me desvistieron (...) Casi no hablaban, además de tratarme a veces de banderovka o decirse entre ellos es "tu turno", contaba por ejemplo a la agencia AFP Elena, una mujer ucraniana en Zaporiyia.

Hace unos días sobrecogía también la llamada telefónica que un soldado ruso recibió por parte de su mujer. "Bueno entonces, viola a esas mujeres ucranianas pero no me digas nada ¿vale?", le decía ella. "¿Que las viole y no te diga nada?", contestaba un sorprendido marido. "Sí, tienes mi permiso, pero usa protección", respondía la mujer mientras ambos bromeaban sobre la violación de mujeres y niñas ucranianas. El Servicio de Seguridad de Ucrania (SSU) interceptó y difundió la llamada para dar buena cuenta del grave riesgo que están sufriendo actualmente las mujeres ucranianas que no han abandonado el país.

La investigación pudo determinar que Roman Bykovsky, de 27 años, y su esposa, Olga Bykovskaya, cuyo apellido de soltera es Pinyasovaya, eran la pareja detrás de la impactante llamada. Nacidos y criados en Oriol, Rusia, una ciudad a unos 350 kilómetros al suroeste de Moscú, los Bykovsky se mudaron a Crimea unos años después de que Rusia arrebatara la península a Ucrania. Tienen un hijo de cinco años en común.

Según el exdiputado disidente ruso, ahora en el exilio, Ilya Ponomarev, este soldado ha sido capturado por las fuerzas ucranianas en las últimas horas cerca de Izium. La noticia ha sido recogida por la agencia italiana Ansa. En estos momentos, según ABC, se desconoce el paradero del soldado.