Las redes sociales han abierto un mundo de posibilidades para la comunicación, las relaciones entre seres humanos, la promoción y, por desgracia, también para los delitos. Mientras que los ciberdelincuentes campan a sus anchas con estafas, robo de datos o hackeos de cuentas relevantes, otras personas también aprovechan algunas aplicaciones para cometer actos reprobables e incluso denunciables.
Blas Cantó, el cantante que representará a España en Eurovisión 2021, ha sido el último en hablar abiertamente sobre ello. El pasado 13 de febrero publicó un tuit que dejó muy preocupados a sus seguidores: "Hola familia. Hay una persona obsesionada conmigo en esta red social, y me está empezando a dar yuyu. No sé si la cara que muestra en su perfil es real, pero ya he puesto su cuenta en manos de las autoridades", escribía.
El exmiembro de Auryn enseguida recibió una gran oleada de mensajes de ánimo de sus seguidores. "Animo Blas, yo soy de los que van denunciando los acosos de la cuentas que se creen tener el derecho de fastidiar todo y a todos escondiéndose detrás de cuentas falsas solo por no tener las agallas de dar su verdadera cara intentando destabilizar y destruir por puro placer", le contestaba Paco. "Si es quién creo que es, ya denuncié su cuenta hace un tiempo. Hay gente muy peligrosa escondida tras perfiles falsos. Haces bien en llevar las cosas hasta el final, sino los acosadores campan a sus anchas. Todo mi apoyo, Blas", agregaba Eugenia Victoria.
Tal y como cuenta el propio Blas Cantó, las autoridades ya estarían en aviso sobre este usuario que podría haber sobrepasando algunos límites a través de Twitter. Se desconoce quién es este usuario, si ese supuesto acoso es llevado a cabo de manera pública o por privado, ya que Blas no ha querido dar más datos.
No es lo mismo ser un hater que ser un acosador, aunque algunas actitudes de los haters, gente que te odian sin más y te lo recuerdan de vez en cuando, pueden ser consideradas acoso. La mayoría de los haters son usuarios anónimos, personas escondidas detrás de un pseudónimo y una foto que no revela ningún tipo de información sobre él, que se escudan en ese anonimato para atacar a una persona que se le ha metido entre ceja y ceja.
Por otro lado, se conoce como ciberacoso cualquier forma de intimidación o ejercicio de violencia online que busque atemorizar, enfadar o humillar al otro. Cuando el hateo o el ciberacoso es algo puntual, no solemos prestarle mucha atención, lo asumimos como "efectos secundarios" del uso de las redes sociales, y algunas personas hasta se lo toman como humor. Pero algunos haters pueden llegar a obsesionarse con una persona, sea esta famosa o no, y realizar publicaciones asiduamente para atacar o llamar la atención del otro.
Si te ha ocurrido alguna vez algo similar a lo que cuenta Blas Cantó, debes hacer lo mismo que ha hecho él: poner el caso en conocimiento de las autoridades. Además, puedes denunciar el perfil del acosador, para que la plataforma sepa lo que está pasando, y bloquearlo para que no pueda seguir en contacto contigo. También se recomienda hacer capturas de los comentarios o tuits en los que se ha sobrepasado contigo.
Tienes todo el derecho a denunciar ante la Policía o Guardia Civil, que tienen departamentos especializados en este tipo de acoso. Según el artículo 172 del Código Penal, el acoso reiterado y las amenazas a tu seguridad o libertad, ya sean cara a cara o por otro medio de comunicación, están penadas con de 3 meses a 2 años de prisión.