El pasado 30 de julio se publicó el segundo disco de estudio de la cantante estadounidense Billie Eilish. A pesar de su juventud, el impacto de su primer trabajo en la industria y la cultura pop fue enorme, así que el hype que teníamos con 'Happier Than Ever' estaba por las nubes. Además, la artista ha puesto todo su empeño en alimentar esa expectación durante meses. Y, ahora que ya está aquí y que todos sus fans han podido pasarse el fin de semana, la cantante de 'Bad Guy' se ha dedicado a hacer lo que se hace en estos casos: dar entrevistas y promocionar su trabajo.
No es la primera vez que Billie Eilish habla sobre su relación con su propio físico y los problemas de salud mental relacionados que ha sufrido. Cuando saltó a la fama, una de las cosas que más llamaba la atención de su imagen era que siempre vestía ropas muy amplias. Poco después se supo que se sentía más cómoda si su figura no estaba remarcada por la ropa ajustada, ya que siempre se había sentido gorda. Por no hablar de que miles de haters alrededor del mundo también se habían metido con su cuerpo durante mucho tiempo, con las consecuencias que puede tener ese tipo de actitudes con una persona que, aunque haya reventado la industria musical, solo tiene 19 años actualmente.
A principios de año, la cantante de 'Therefore I Am', confesaba también durante una entrevista que con 12 años consumió pastillas para adelgazar. También comentó que, en realidad, este tipo de pastillas no la hizo adelgazar, solo orinar con mayor frecuencia.
Billie ya no tiene 12 años y su relación consigo misma ha ido evolucionando con el tiempo. Que en muy poco tiempo y siendo muy joven haya tenido que experimentar las consecuencias de la fama mundial tampoco ha ayudado mucho, pero ella sabe mejor que nadie la importancia de cuidar su salud mental y lo valioso que es hablar de ello con naturalidad cuando tiene oportunidad.
Por eso, tanto en sus canciones, como en sus conciertos, como en sus redes sociales y las entrevistas que concede a los medios de comunicación, la salud mental y sus experiencias personales lidiando con trastornos como el síndrome de Tourette que padece suelen tener siempre cabida.
En su último disco, 'Happier Than Ever', Billie Eilish reflexiona sobre la fama y las consecuencias en el día a día de una chica joven como ella. Habla de los acosadores, de lo complicado que es mantener relaciones cuando todo el mundo te conoce, de la pérdida de intimidad, de estar en el ojo de la opinión pública, incluso también menciona el miedo a ser demasiado sincera en las entrevistas.
Tal y como ha reconocido en una reciente entrevista para The Guardian, el mayor complejo de la cantante estadounidense sigue siendo la forma de su cuerpo. "Veo gente en redes sociales y me doy cuenta de que yo nunca he tenido un cuerpo como el suyo", comentaba. "Conozco los entresijos de esta industria, y lo que la gente realmente usa en las fotos, y de hecho sé que lo que parece real puede ser falso. Sin embargo, todavía lo veo y digo ‘oh Dios’, y eso me hace sentir muy mal. Y quiero decir, tengo mucha confianza en quién soy y estoy muy feliz con mi vida... Pero obviamente no estoy feliz con mi cuerpo, y ¿quién lo está?", dijo Eilish.
"Cuando estoy en el escenario tengo que desvincularme de las ideas que tengo sobre mi cuerpo. Especialmente porque uso ropa grande que es fácil de usar y de cambiarme sé que puede parecer que no me favorece. Tengo una relación terrible con mi cuerpo, en serio que no creerías lo mal que lo llevo, así que para subirme al escenario tengo que disociarme...", continuó.
También habló de su gran cambio de look, dejando atrás su característico pelo verde y negro para pasar el rubio platino, para finalmente arremeter con la gente que se somete a cambios más radicales y los mantiene en secreto: "las personas que promueven estándares corporales fantasiosos no están siendo sinceros sobre todos los tratamientos y toda la cirugía a la que se han sometido", concluyó.