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Ana Guerra confiesa con qué dos únicos compañeros de 'OT' mantiene relación a día de hoy

  • Ana Guerra ha recordado cómo fue su relación con Aitana al salir de la academia y cómo es ahora

  • De los compañeros con los que compartió esta experiencia solo sigue manteniendo una estrecha amistad con dos de ellos

  • Su paso por la academia y su fama repentina le provocaron problemas de salud mental por los que lleva dos años y medio en terapia

La experiencia de participar en un programa como Operación Triunfo se vive muy intensamente, ya que los concursantes son conscientes de que cuando hayan salido de la casa donde conviven durante tantas semanas su vida habrá cambiado para siempre.

Además, pasan mucho tiempo desconectados del mundo exterior, solo se tienen a ellos mismos, lo que hace que de repente se conviertan en una gran familia. No obstante, Ana Guerra ha acudido como invitada al programa de Alberto Chicote, 'Fuera del mapa', y ha confesado que la relación con sus compañeros se ha deteriorado mucho con el paso del tiempo.

Cuando terminó su paso por la academia, Aitana y Ana Guerra arrasaron con 'Lo Malo', esta canción tuvo un éxito internacional indudable, el cual hizo que las cantantes tuvieran que pasar mucho tiempo juntas, ya fuera promocionando la canción en entrevistas o actuando en diferentes eventos. No obstante, ya hace casi cuatro años que su andadura en OT terminó y ahora su amistad ya no es lo que era. Es más, ha sido la propia Ana Guerra quien ha hablado de ello en su paso por el programa del chef.

Ana Guerra se ha sentido traicionada

Cuando salieron de la academia, todos los concursantes de la edición mantenían una muy buena relación entre ellos; sin embargo, poco a poco cada uno fue forjando su carrera en solitario y esto generó celos entre ellos: "Yo tenía envidia de carreras de compañeros y compañeras que habían salido del programa. Esto me desapareció cuando decidí coger un disco que tenía hecho y no sacarlo. Eso lo decidí el martes 13 de octubre de 2020", confesó Ana Guerra en el programa. "Quería cantar otras cosas, cantarlas de otra manera... Y ahora canto lo que quiero y lo cuento como lo quiero contar. Y desaparecieron todas las envidias".

No obstante, tener envidia de algunos de sus compañeros no fue lo que le alejó, por ejemplo, de Aitana: "Cuando salimos de la academia, Aitana y yo estábamos juntas 24/7 y, mientras todo el mundo siguió su camino, Aitana y yo seguíamos juntas. El trabajo rompe eso. No hay tiempo, no coinciden las agendas, cuando yo puedo tú no puedes, y viceversa. Hoy en día, lo mantienes con un WhatsApp, pero a lo mejor tienes un minuto libre y en vez de estar pendiente de los compañeros, te echas a dormir porque tienes un concierto y estás reventada".

Ana ha confesado que al salir de la academia lo pasó muy mal porque "no me imaginaba la vida sin cada una de las 15 personas que entraron conmigo en la academia. Cuando salimos, a todos no nos fue igual".

No obstante, aunque la relación que mantienen los extriunfitos ya no es tan cercana, Ana asegura que se lleva genial con ellos y que les quiere un montón. No obstante, a día de hoy, la cantante solo mantiene una amistad estrecha con Ricky Merino y Roi Méndez.

Además, ha querido confesar que en estos tres o cuatro años se ha sentido traicionada por algunas personas: "Me he sentido traicionada por gente que me ha alejado de su vida por no ser tan importante".

Lleva dos años y medio en terapia

En su paso por este programa también ha hablado de los problemas de salud mental que le provocó pasar a ser famosa de repente tras su paso por OT 2017. Ana Guerra antes de entrar al concurso trabajaba vendiendo perfumes en unos grandes almacenes, cuando salió se había convertido en un auténtico ídolo de masas.

Ese cambio tan repentino le hizo perder el "foco en la vida". "Cuando no estaba en un sitio trabajando, estaba en otro. No me daba tiempo a pisar el suelo", reconocía. Es más, asegura que durante un tiempo se le subió la fama a la cabeza: "Tenía un séquito de personas que me perseguían, de gente que lloraba al verme y que se desmayaba en mis conciertos… Después de eso, es difícil poner los pies en la tierra de nuevo".

Después de esos primeros momentos tan movidos, su "carrera ha ido hacia abajo": "Cada canción que lanzábamos funcionaba un poquito peor que la anterior. No alcanzábamos el éxito que queríamos tener".

Fue por eso y su autoexigencia que "el personaje se estaba comiendo a la persona. Si yo alcanzaba los objetivos que quería, me comía la vida. Sin embargo, si quedábamos por debajo de lo que esperábamos, sentía que era un fracaso y me ponía muy triste".

Estos altibajos profesionales, le hacían pasar "de ser la mujer más feliz del mundo a ponerme a llorar" en apenas unos minutos; así que decidió empezar a ir a terapia: "Llevo dos años y medio en terapia y poco a poco he conseguido disociar lo profesional de lo personal".