Una chica de 14 años fue secuestrada por tres hombres y pudo ser rescatada gracias a que contactó con sus amigos a través de la aplicación para móviles Snapchat y les dijo dónde se encontraba.
Ocurrió en San José, California. La adolescente fue encontrada el pasado día 14 de enero por el Departamento de Policía de San José. Según la información emitida por este mismo departamento, la joven se comunicó a través de la aplicación de mensajes y vídeos que se autodestruyen para señalar su ubicación, y que así sus followers pudieran verla. Sus amigos enseguida llamaron a emergencias y la chica pudo ser rescatada.
Los policías encontraron a la joven encerrada en una habitación de un motel junto a un hombre de 55 años que ha sido identificado. Este hombre implicó a otros dos más jóvenes y confesó a la policía cómo había ocurrido todo: conoció a la chica ese mismo día y la drogó hasta dejarla incapacitada. Fue entonces cuando llamó a los otros dos hombres para que le ayudaran a transportar su cuerpo hasta un lugar más seguro (para él, claro).
El hombre de 55 años reconoció haber abusado sexualmente de la joven cuando estaba inconsciente, por lo que ha sido acusado de secuestro, violación, y uso de drogas con menores.
Cada año la policía registra denuncias de personas que han sido drogadas sin dar consentimiento. Se pueden hacer muchas cosas por evitar que esto ocurra, como no perder de vista nunca tu bebida en un local, no dejar que ninguna persona extraña te invite a comer o beber algo o no servirte bebida de jarras o recipientes comunes.
En un caso como este, la única persona que puede actuar eres tú. Tienes que identificar los síntomas y pedir ayuda. Si sabes que es imposible que habiendo bebido solo una copa puedas estar muy mareado o sientas cosas como mucho calor, visión rara... debes decírselo enseguida a las personas de confianza que estén contigo para que te acompañen a ir a urgencias, y después poner una denuncia en la Policía.
Según la investigación de Suzanne C. Swan, profesora de la Universidad de Carolina del Sur, un 8% de los universitarios estadounidenses encuestados afirmaban haber sido drogados sin dar consentimiento. Es un asunto para tomarse muy en serio.