Toda España se encuentra expectante y atenta a la jura de la Constitución de la princesa Leonor por haber llegado a al mayoría de edad. El histórico evento que tuvo lugar esta mañana del 31 de octubre en el Congreso de Diputados, por el cumpleaños número 18 de la joven, no solo ha convocado a cientos de españoles mirando desde sus casas y a los altos mandatarios del país, sino que también la Casa Real ha invitado una gran cantidad de jóvenes de entre 18 a 28 años que representan la pluralidad que existe el país para presenciar la celebración.

Entre los convocados a participar de la ceremonia para ser la cara de la sociedad civil hay un poeta, un cineasta, un una jueza, un chef con estrella Michelin, una voluntaria de ONG y más, así como Sara El Khattabi Vilchez, la joven ceutí que sacó un 13,925 en Selectividad, la máxima puntuación en su comunidad autónoma.

En un principio la joven no pudo dar crédito a la invitación para el evento pero lo cierto es que ha sido ampliamente reconocida por su logro académico y por ser un ejemplo. Sara tiene 18 años, es hija de un marroquí y una granadina que se desempeñan como profesores en IES Siete Colinas de Ceuta y tras haber terminado el Bachillerato la joven se ha trasladado a Madrid paras estudiar Ingeniería Informática en la Universidad Carlos III de Madrid.

En una entrevista exclusiva para El Español, la estudiante ha expresado "sentirse privilegiada" pro participar en un acto tan importante e histórico para nuestro país y que no se siente nerviosa al respecto ya que solamente tiene que hacer presencia y ser una espectadora más del evento. Además, ha revelado que poco sabía sobre la princesa y contemplaba la información sobre ella como cualquier otro español. “Lo que cualquier español medio: que había estudiado en Inglaterra y que había entrado en la Academia Militar de Zaragoza”, confesó.

La joven proveniente de Ceuta ha expresado al medio que debido a que su lugar de origen es generalmente conocido o aparece en los medios con una connotación negativa, espera que la invitación de la Casa Real termine con una estigmatización en torno a su lugar de origen que en realidad "es una ciudad como otra cualquiera con otras muchas caras positivas".