España entera celebró ayer la victoria de las chicas de oro del fútbol femenino. Ellas tenían la "vibra" de que había llegado su momento, de que lo podían lograr y, en un partido contra Inglaterra que parecía no acabarse nunca, consiguieron mantener el marcador con un gol arriba hasta el final. La euforia se apoderó de todo el equipo cuando Misa Rodríguez paró el último tiro de sus rivales británicas, agarrándose al balón como a la vida. Tras un eterno descuento, el árbitro pitó el final del partido y, sí, lo habían hecho. Lo habían conseguido.

Esta vez, y no como en la Supercopa, cuando las ganadoras del Barcelona FC tuvieron que ponerse las medallas a sí mismas, las jugadoras estaban rodeadas de eminencias. La mismísima reina Letizia, que viajó a Sidney junto a la infanta Sofía y con la discutida ausencia machista del Rey, se unió al québote, dio saltos con ellas y les hizo entrega del merecido oro para la selección femenina. Todo un gesto de sororidad entre mujeres que fue estropeado por el gesto desafortunado de un hombre.

En la tradicional ronda de felicitaciones al equipo por parte de sus superiores, que Rubiales conoce al dedillo, el Presidente de la Federación Española de Fútbol se saltó todos los protocolos y felicitó a Jenni Hermoso con un beso en la boca. Muy sonriente, la recibió con un abrazo, le dio un par de besos en la mejilla y, después, le agarró la cabeza a la jugadora y le dio el polémico beso que ha corrido como la pólvora por las redes sociales.

Algunos usuarios han querido compararlo con el beso que se dieron Iker Casillas y Sara Carbonero en directo cuando la selección masculina ganó el Mundial de África, pero aquel fue un beso de pareja con el que ambos dieron a conocer su relación sentimental. Que sepamos, la relación entre Rubiales y Jenni es sólo profesional; él se su jefe y mantiene con ella una posición de superioridad por lo que, según la ley del 'Sí es sí', un beso no consentido a una empleada estaría tipificado como agresión sexual. Agresión sexual punible.

En un vídeo posterior al beso, en el vestuario, la propia Jenni manifestó su sorpresa por lo que había pasado. "¿Y yo qué hago?", les dijo a sus compañeras, que expresaron también su rechazo al beso. Esto hizo pensar que fue un contacto labial no consensuado pero, en una declaración posterior a la difusión mediática, la jugadora ha asegurado que fue un gesto de cariño "mutuo" entre Luis y ella.

Por mucho que el presidente haya bromeado en redes sobre su "futura boda" con Jenni y, a pesar del blanqueamiento que se ha hecho del acto en sí, tanto Irene Montero como Ione Belarra, además de otros miembros de SUMAR y personajes del mundo del cine y la televisión como Anabel Alonso o Adara Molinero, han recordado que un beso no consentido en un delito de "violencia sexual".