Parecía evidente que la Velada del Año 3 no podía celebrarse sin polémica de por medio. El evento organizado por Ibai Llanos y Gerard Piqué ha superado las ya de por sí altas expectativas, reventando los récords obtenidos por las dos ediciones previas. El madrileño Civitas Metropolitano acogió a setenta mil personas en directo, a las que se sumaron más de tres millones que lo siguieron vía streaming. Y la controversia más fuerte de todas se produjo con la victoria de Marina Riverss tras su combate de boxeo contra la mexicana Samy Rivers. La tiktoker ha profundizado ahora sobre ello, revelando si se volvería a presentar.

Cuando Marina venció contra Samy en la tercera edición del evento, se desataron opiniones de todo tipo. Muchos seguidores se manifestaron a favor, pero no fueron pocos los comentarios negativos y críticas que recibió entonces, con un sinfín de comentarios cuestionando la decisión de los jueces.

La propia Riverss se hizo eco de la polémica poco después. La madrileña reconoció entonces que sabía que, "ganase o perdiese, me iban a funar". Reivindicando su esfuerzo y preparación previas, señalaba que la decisión de su victoria no la había tomado ella, y se quejaba de "no poder disfrutar nunca de nada".

Ahora, pasadas unas semanas, la tiktoker ha vuelto a reflexionar sobre ello. Lo ha hecho en el podcast de Druni, donde ha asegurado que, como espectadora de las ediciones anteriores, entiende lo fácil que es juzgar sin conocer todo el trabajo y el esfuerzo que hay tras un combate de unos minutos.

Con respecto a regresar a la Velada, reconoce no saber qué pensar. La sensación agridulce final le ha quitado las ganas que tenía, en un principio. La madrileña reconoce que se ha preparado mucho en los meses previos, que ha tenido que renunciar a campañas, a proyectos y viajes por entrenar, pero que no sabe si le merece la pena. "Ir otra vez y si gano, que me funen y si pierdo, que me vuelvan a funar, pues es que a lo mejor no gano nada", se ha planteado durante la entrevista.

La influencer recibe, todavía, miles de comentarios críticos: "Estar cuatro meses dejándote la piel para que la gente tire por tierra tu trabajo y se esté riendo de ti todos los días, cansa", ha expresado. Decepcionada, y agradecida por los comentarios positivos, ha llegado a una conclusión: "Para eso, no hago nada, me toco el chichi, la gente se ríe, pero si me estoy tocando el chichi en mi casa, me va a dar igual".

Marina ha querido ser muy clara, además, sobre la desmesurada crítica a la que se ve expuesta con cada uno de sus movimientos. "A mí me funan cada dos semanas por algo, estoy recibiendo hate por cosas que ni pasan, que se inventan", ha relatado, poniendo de ejemplo la compra de su casa. "Me llaman clasista, cuando yo he sido de clase obrera toda la vida, que mi padre es taxista, me sacan de contexto las cosas y me van a cuchillo al cuello", ha confesado.