Probablemente, la Generación Z sea la que más ha adoptado la cultura del concierto (o el festival, en su defecto) en los últimos tiempos. El fandom que generan los cantantes modernos es tan apasionado, que es habitual ver en los lives momentos mágicos como pedidas de mano, felicitaciones de cumpleaños y aniversario y fanáticos que se saltan todas las normas para subirse al escenario a dar dos besos a sus ídolos. Pero lo que ha ocurrido en el último concierto de Pink es algo inaudito.

Que un fan le tire algo a su cantante favorito durante el espectáculo no es nada nuevo. Hace poco vimos como una seguidora griega de Rosalía le tiraba un sujetador a los pies y ella, picarona, se paseó con él de un lado a otro del escenario. Pero Pink se quedó completamente en shock cuando vio que, durante su actuación en el British Summer Time, una persona del público le lanzaba un bolsita transparente, ¡con las cenizas de su madre muerta!

La artista estadounidense, que no daba crédito a lo que acababa de ocurrir, se ha agachó delicadamente para recoger la bolsa y le preguntó al fan que se la había tirado: "¿Ésta es tu madre?" y cuando escuchó que la respuesta era afirmativa, se quedó bloqueada: "No sé cómo sentirme con respecto a esto". Después, en un gesto de respeto, dejó las cenizas de la madre fallecida en un ladito del escenario y siguió cantando.

Aunque lo de los restos humanos calcinados es algo insólito, no es lo único que le ocurrió a la cantante durante el festival. El día anterior, mientras estaba cantando a ras de la primera fila del público, alguien le dio una enorme y redonda pieza de queso, que ella recibió de mil amores. Sin duda, el paso de Pink por el festival británico está dejando momentos memorables.