Megan Fox siempre ha sido considerada como un ícono de belleza. La actriz que saltó a la fama con diversos papeles como 'Transformers' y 'Diabólica tentación', la han llevado a lo más alto en Hollywood, no solo por su talento, sino también por ser considerada la mujer más sexy de Hollywood, haciendo que cualquier fotografía suya costara un dineral para cualquier paparazzi.

Pero no todo es lo que parece. Pese a que su belleza fue apreciada pro el mundo entero, ella ha confesado recientemente en una entrevista en la revista Sports Illustrated, que "nunca jamás ha amado su cuerpo". La intérprete, quien fue protagonista de la portada de la nueva edición de verano, confesó al medio que tiene dismorfia corporal y que nunca se ha visto como todo el mundo la ve: "Tengo dismorfia corporal. Nunca me he visto como me ven los demás", relató.

En este plano, la joven de 36 años y expareja de Machine Gun Kelly, habló sobre que, sin saber la razón, la obsesión con su cuerpo comenzó cuando ella era una niña y que al crecer en un entorno religioso nunca recibió comentarios por su cuerpo, es por ello que ella "se convirtió en su peor crítica" ya que se comparaba constantemente con otras personas.

La aparición en la revista ha sido un paso más "para trabajar en su amor propio", ya que ha manifestado en diversas ocasiones que había querido aparecer en la portada de este medio. Ahora este deseo se ha convertido en realidad.

Según la psicóloga de Yasss, Marina Pinilla, la dismorfia corporal "desde la psicología se estudia como un trastorno psicológico que consiste en la creencia de que hay un defecto que en realidad es inexistente o mínimo, , y la realización de conductas relacionadas con dicho defecto como mirarnos constantemente en el espejo o compararnos con los demás". Pese a que esto pasa a todos, las personas con dismorfia corporal sufren un gran malestar que interfiere en su trabajo o vida social.