"Dadme palmas". Ésa es la única petición que Rayden le ha hecho a la prensa en la presentación del que es y será su último trabajo musical por decisión propia. Con 42 videoclips a la espalda, ha optado por decir adiós a los escenarios de forma definitiva y, tal y como ha confesado en el encuentro con los medios en el hotel RIU, donde le ha cogido el gustillo a dar buenas y malas noticias, es raro despedirse cuando "ni estás muerto, ni en rehabilitación o porque ya no te escucha ni el tato".
Su nuevo trabajo, 'La victoria imposible', sale a la venta el 21 de abril y formará parte de su gira de corto y cierro, que durará hasta el mes de agosto de 2024. Hoy, ha interpretado la versión corta de seis de las canciones que lo componen, siendo CANCIÓN su palabra favorita en el mundo de las palabras. Ante el micrófono, David ha recordado aquella vez, cuando era niño, que se rompió el radio y el médico le dijo que no llorara "como una niña". Y esta anécdota le ha servido para componer un tema entero dedicado en favor del llanto, porque - y echaremos de menos su sabiduría - uno no tiene que animarse obligatoriamente cuando está triste.
Sus letras, refugio de muchos corazones, se detendrán en el tiempo. Pero, todo aquel que quiera seguir escuchándole - además de tirar de fonoteca - podrán encontrarle en su nueva y recién descubierta pasión: la escritura. La publicación de su primera novela: "El acercamiento de la mujer globo y el hombre cactus", extended versión de su canción más popular, fue para él toda una revelación. Por eso, David dedicará todo su tiempo ahora a la difícil pero gratificante empresa de la narrativa.
Bueno, todo no. Porque la verdadera razón que lleva a un hombre de 37 años en la madurez de su carrera a dejarlo todo no puede ser otra que el amor. El amor por su mujer - protagonista de su nuevo videoclip, Alma 22 - y por su hijo hijo de 7 años, del que ya no tendrá que separarse por exigencias del guion.