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Hilda Siverio, enferma de cáncer, actualiza su estado de salud desde el hospital: "Ya me cuesta mucho tragar""

  • Hilda ingresó en el hospital el pasado 1 de enero a causa del cáncer

  • "Los médicos no me daban ni tres días", ha dicho en su TikTok

  • La tinerfeña ha publicado parte de su documental, que recuerda su lucha

Este fin de semana, Hilda Siverio ha publicado un vídeo en su TikTok donde ha dado más información sobre su estado de salud. El 1 de enero fue ingresada en el hospital - fue el día a partir del que comenzó su alarmante silencio en las redes sociales - y ahora entendemos por qué su hija Valeria comunicó que la familia estaba "despidiéndose" de ella. "Los médicos no me daban ni tres días de vida", ha confesado, sorprendiéndose hasta ella misma de su fuerza vital.

El mayor problema que está teniendo, tal y como ha actualizado, es lo que también le pasaba en casa: su gran dificultad para tragar. "Esto ya me está costando un poquito más", ha dicho en una última publicación, pero siempre con sus labios pintados, hoy de color "frambuesa". "Está siendo duro porque todo me cuesta un poco más. Ya me está costando mucho tragar, que es el problema que tenía en casa, pero hay que seguir, siempre, hacia adelante, un poquito más".

A pesar de su gravedad - Hilda ya no está sometida a tratamiento, sino que se encuentra en cuidados paliativos - , ella sigue manteniendo su eterna sonrisa, admirada por todo el equipo médico que la cuida y trata. "Aquí estoy, en este milagro, en este regalo que es la vida. No olviden que con su sonrisa, siempre pueden ayudar a alguien que lo esté pasando todavía peor que ustedes", dice desde su cama del hospital, al hilo del mensaje que lanza en su documental 'Hilda, una lección de vida maravillosa'.

Ella misma ha publicado en sus redes un buen fragmento de este proyecto que, como todo lo que ha hecho en estos últimos años, será el legado que le dejará a sus hijos. En la cinta, la tinerfeña narra cómo fue enfrentarse a los cambios físicos derivados del cáncer de mama - el peor diagnosticable, el de "color negro", como Hilda lo llama - y la quimioterapia.

Ella siempre lo hizo sin ningún tipo de complejo, a pesar de que le hicieron una doble mastectomía y le extirparon los dos pechos: "A mí no me definen mis dos pechos y no tengo que esconder ni mi calva, ni mis cicatrices. Si a alguien le parece mal, es esa persona la que tiene el problema, no yo", dice esta indestructible mujer que, como bien dice su hija Valeria en el mismo documental, todo su dolor lo convierte en fuerza.