La publicación de la última canción de Shakira y Bizarrap ha creado tal revuelo mediático que el incidente que Bad Bunny protagonizó con el móvil de una fan ha quedado en un plano secundario. Sin embargo, este acto ha tenido graves repercusiones para el cantante, que le han llevado a tomar una drástica decisión: el cierre de su cuenta de Instagram y su mensaje de despedida en Twitter: "Me van a extrañar".

A principios de este mes de enero, se hacía viral un vídeo en el que una fan se acercaba (mucho) al cantante para hacerse un selfie con él. La invasión de su espacio vital hasta ese punto le pareció una falta de respeto y, en un arrebato, el puertorriqueño agarró el teléfono de la chica y lo tiró a una fuente, lo que le costó un aluvión de críticas en las redes sociales, del tipo: "Ha dejado de gustarme" o "Antes de ser artista, hay que ser persona".

Aunque intentó justificarse con estas declaraciones: "Los que vengan a ponerme un cabrón teléfono en la cara lo consideraré como lo que es, una falta de respeto y así mismo lo trataré yo", su gesto estuvo muy mal visto, pues, para muchos, es al asedio va ligado a la fama. Por eso, sufrió una pérdida importante de seguidores en Instagram y disminuyeron las reproducciones en sus canciones.

A raíz de esta sucesión de hechos, hace dos días, el reguetonero decidió cerrar su cuenta de Instagram (la hizo privada, eso sí, con millones de seguidores en su lista) y en su cuenta de Twitter @sanbenito cambió el estado y puso que le íbamos a echar de menos.

Desde entonces, no ha vuelto a haber ninguna interacción. Su último Twitter es el día 1 de enero, donde se deseaba a sí mismo y a todo el mundo empezar bien el 2023, justo dos días antes de su caída en picado. El silencio de Bad Bunny ha preocupado a sus fans por el estado de su salud mental y por si, efectivamente, es cierto que se vaya a tomar un tiempo alejado de la música.