Omar Montes, al igual que otros artistas como Maluma, fue muy criticado por aceptar actuar en el Mundial de Qatar, al ser un país en el que no se respetan los derechos humanos. Es más, Qatar es uno de los 70 países en el mundo donde están criminalizadas las relaciones sexuales entre personas del mismo género, según Amnistía Internacional.

No obstante, el artista de Pan Bendito quiso aprovechar su actuación allí para lanzar un reivindicativo mensaje a favor de los derechos de varias minorías, entre las que se encontraba la comunidad LGTBIQ+: "¡Viva el amor, viva España, vivan las mujeres, vivan los gitanos y viva el amor libre! Que cada uno se vaya con quien le dé la gana. Os quiero familia, muchísimas gracias. Viva España siempre". estas fueron las palabras que pronunció Omar justo antes de bajar del escenario.

Pues bien, estas palabras no pasaron desapercibidas, ni mucho menos y es por eso que tras su actuación, Omar Montes vivió un auténtico calvario hasta que consiguió salir del país y llegar a España sano y salvo. Ha sido él mismo quien lo ha contado a 'Europa Press' en su llegada al aeropuerto de Madrid.

El cantante ha asegurado que lo pasó muy mal y sintió verdadero miedo por lo que pudiera pasarle: "Yo estaba en un hotel tres días y el muchacho de allí nos estaba echando una mano con todo para comprarnos las chilabas, comer en los sitios, coger los coches, para todo. Termino de cantar y le llama a Nael y le dice que aquí no vengáis al hotel que han venido unos muchachos raros preguntando por vosotros", asegura Omar, que confiaba en este chico por la buena relación que habían mantenido esos días con él.

El chico del hotel sabía que esta situación era muy peligrosa para Omar, y fue por eso que quiso avisarle: "Me dijo que me informaba de eso porque le había caído muy bien, que éramos buenas personas de España, os habéis portado muy bien conmigo y no quiero que haya problemas. Nos dijo que hiciésemos tiempo, que no fuésemos al hotel todavía y nos fuimos a comprar algo y a las pocas horas nos vuelve a llamar y dice que podíamos ir ya que no había ningún problema".

Sin embargo, cuando llegaron al hotel, el nuevo amigo de Omar seguía desconfiando de lo que pudiera ocurrir y fue por eso que el cantante se tuvo que esconder en "un almacén que tenían dentro del hotel y me dicen que no me vaya a la habitación porque había tenido que decir la habitación en la que estaba y al final lo vi normal porque él tampoco quería problemas".

Omar estuvo durante dos o tres horas en ese almacén y no pudo salir de ahí hasta que no vino el coche que les llevaría al hotel: "Cuando llegó el coche me fui, yo a mi rollo andando y demás, me metí y cuando miré detrás vi a gente mirándome y me hice el loco. Me puse mi capucha, tire hacia adelante pasando los controles y como allí al final no soy tan conocido pude pasar, pero llega a ser aquí y no sé. Gracias a Dios mi cara allí es más desconocida y me he podido escapar".

A pesar del miedo que Omar pasó, asegura que no se arrepiente de lo que hizo: "Yo siempre digo lo que está en mi corazón y ya está. Si acabo libre son cosas mías, pero a mí nadie me puede censurar ni decirme a mí lo que puedo o no puedo decir. Yo digo lo que me da la gana y si les gusta bien y si no, pues nada"; y que si dijo eso fue porque le salió del corazón, no para agradar ni cabrear a nadie.