Últimamente, en la agenda laboral de Rosalía no cabe ni una coma. La artista catalana triunfó en la Gala de los Grammy Latino, donde se llevó cuatro de los gramófonos a los que estaba nominada, y entre los que, por supuesto, se encontraba el de Mejor Álbum del año, por su ‘Motomami’. En Las Vegas, la Rosalía protagonizó una memorable actuación, cantando ‘Despechá’ y marcándose un perreo en directo con su novio, Rauw Alejandro, al que llamó “el amor de su vida” en su discurso. 

Como se encontraba al otro lado del mundo, la artista no pudo acudir a otra gala de premios en la que estaba nominada en Francia. Se trata de los NRJ Music Awards, unos premios de la radio francesa similares a nuestros galardones de los 40 principales, donde, por cierto, Rosalía también lo petó. Para no dejar al público francés plantado, grabó un original vídeo ¡dentro de un coche!, donde cantó el hit que ha recorrido el mundo: “Baby, no me llames…” y todos los asistentes, al verla en pantalla, dieron al unísono un grito de emoción. 

Esta vez, Rosalía no aparecía con la peluca de pelo corto que tanto le gusta, sino con dos coletas altas que sujetaban su larga melena. Al salir del coche, ella y sus bailarines ejecutaban misma la coreografía que hicieron en Las Vegas, en este caso, sin la picante colaboración de Rauw. 

Aunque no se hizo con los dos galardones a los que estaba nominada: "Artista Revelación del Año" y "Colaboración Internacional del Año" por La Fama, la barcelonesa se siente satisfecha con el reconocimiento a su último trabajo; un disco que, como bien dijo en su último discurso, es el que más le ha costado de hacer, pues estuvo encerrada en su casa de Miami durante dos años para componerlo.