En los tiempos en los que vivimos, pasar una semana sin móvil puede ser una verdadera odisea para cualquier joven de hoy, que incluso puede derivar en ansiedad, confusión y dependencia. Así lo han demostrado los 92 jóvenes españoles de 15 a 24 años que se sometieron a un "experimento" pionero en Europa, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación e impulsado por la Universidad de Málaga (UMA) junto con varias universidades públicas de España, que consistió en no usar el móvil durante siete días para estudiar cuáles son las fuentes de los jóvenes para informarse y formar su agenda de noticias.
A la par, el Instituto de Reuters compartió un estudio similar en donde justifica que el 39% del total de jóvenes entre 15 a 24 años, utiliza las redes sociales como principal fuente de información y noticias. En este plano, luego del experimento, casi todos los voluntarios aseguraron sentirse desinformados sin el móvil y que acudieron a la tele, a la radio y al papel impreso para saber sobre actualidad. Además, reportaron haber reemplazado varios de sus hábitos que tenían al utilizar el móvil durante el periodo desconexión, como dejar de priorizar ver TikTok o Instagram antes de ir a dormir, y leer un libro o avanzar con actividades académicas.
El principal investigador del proyecto, Pedro Farías, catedrático de Periodismo de la Universidad e Málaga expresó en el informe que las razones que impulsaron el proyecto es el haber identificado ciertos hábitos de consumo entre los jóvenes de hoy que se informan de fuentes no chequeadas y de personas que no practican periodismo y ha señalado la situación como una alarmante aceptación de la "banalización" de la información.
Este mismo jueves 29 de septiembre, se presentará el primer capítulo de la investigación que extenderá su duración hasta el 2023 y participarán la Universidad de Málaga, la Complutense, la Universidad Miguel Hernández de Elche, la Universidad de Viena y la de Beira Interior de Portugal. En esta ocasión, se prevé que se ampliará a 9 mil jóvenes y a los que también se contemplará preguntar sobre el tipo de contenido que los impulsa a compartir o qué elementos son los que le brindan veracidad a una noticia y hacen que crean en ellas.
Para llevar a cabo la investigación, solo se necesitaron tres semanas y varios cuestionarios semanales. La primera consistió en estudiar el comportamiento de los partícipes con el móvil en la normalidad, la segunda sin él y la tercera recuperaron el consumo del dispositivo habitual. Durante el periodo de estudio los investigadores anotaron los comportamientos en un diario a modo de "bitácora" y realizaron encuestas a los participantes.
Entre los datos relevantes que salieron a al luz, se desveló que los jóvenes de entre 25 y 24 años pasan una media de 5 horas al día con el móvil en aplicaciones como WhatsApp (la más utilizada), seguida por Instagram y TikTok y esta última se utiliza como canal de noticias prinicipal, según el texto publicado. Además como dato interesante, pese a reconocer en las encuestas impartidas la dependencia que el móvil les genera, muchos volvieron a los hábitos de consumo previos a la desconexión de 5 horas por día en la tercera semana de "recuperación del dispositivo".
Dentro de los testimonios que se registran en el informe se documentaron varias experiencias diversas en torno a la desconexión, pero la mayoría reportó sentirse inseguro, con ansiedad, incomodidad y dependencia, mientras que para otros supuso una "liberación". Varios de ellos aseguraron haber vivido más ansiedad que el que le genera el dejar de fumar o haber sentido "tentado" al ver que todo el mundo lo utilizaba en el transporte público y mostrar más susceptibilidad a la hora de enfrentar el reto.
Al mismo tiempo varios admitieron haber adquirido hábitos positivos como haber pasado más tiempo con su familia y pudieron hacer más cosas en menos tiempo con una mayor productividad. Incluso dentro de las actividades que más salieron a la luz fue la recuperación de la lectura, una práctica que habían dejado de hacer durante mucho tiempo. "Cuando estoy en mi casa, después de cenar, me voy a mi cuarto a ver TikTok y al no tener móvil he hecho más vida en familia", "Me ayudó un montón el estar sin móvil; hice todos los trabajos en menos tiempo”, o el retorno a la lectura de libros de papel: “He conseguido leerme un libro completo. Hace seis años que no leía uno por placer”, son algunas de las declaraciones de los jóvenes que reza la investigación.
Pese a retomar hábitos positivos en el ocio nocturno, muchos opinaron también que con la velocidad que corren las noticias en internet, informarse a través de otros canales como por el periódico impreso es "inútil" ya que las redes e internet son la plataforma más actualizada y la que cuenta con las noticia de "última hora".
Tras analizar los datos, Farías se pronunció al resaltar la importancia de la educación de los jóvenes y formar su criterio a la hora de saber distinguir las fuentes fiables y relevantes de información y aprender a donde se puede acudir a ellas: "A través de las redes sociales se puede acceder a fuentes profesionales de información y las redes también se pueden usar para contrastar noticias. El problema es cuando eso no se produce y el usuario se limita exclusivamente a informarse a través de la información que recibe de manera involuntaria -información incidental- y no la amplía, no la contrasta o no busca en fuentes profesionales", sentenció.