Hace unos días se volvió muy viral el vídeo de Romeo, un niño de cuatro años con una ceguera total que pedía al mundo que las etiquetas de los productos estuvieran escritas en braille para que cuando las personas ciegas fuesen a comprar pudieran ir solas y saber qué están cogiendo en cada momento.

Fue su madre quien grabó este vídeo y lo compartió en sus redes sociales, en él se podía escuchar al pequeño decir: “Me gustaría que todos los supermercados y las tiendas pongan los nombres del maíz en las latas, y en la de champiñones y los berberechos… En braille. ¿Lo sabíais? Porque, si no, yo no lo puedo ver. Solo lo ven en la tele, porque yo soy un niño ciego, ¿sabes?”.

“Que lo hagan el día de mañana mismo”, pedía el pequeño Romeo en el vídeo que difundió su madre Lucía y que no tardó en volverse viral. Han sido muchas las personas que han querido compartir las palabras de Romeo, ya que están de acuerdo con él en que eso es algo que debe cambiar lo antes posible.

“Momento en el que Romeo con tan solo cuatro años, ciego total, reivindica que por favor etiqueten con braille todos los productos. Para poder leer y elegir qué alimento coger. Imaginaros que locura, cuando un brick de vino, es igual que el de zumo (piña, naranja, melocotón) pero a su vez igual que el de caldito (pollo, verdura) y también de leche (entera, desnatada, semi)... Y así un sinfín de productos. Por no hablar de la cosmética. ¿Lo habéis pensado alguna vez? Vamos a ponérselo un poquito más fácil y así conseguir que las personas ciegas puedan ir solas al supermercado”, escribía la madre de Romeo junto al vídeo.

Pues bien, ahora la petición del pequeño ha llegado al Ministerio de Consumo que creará un nuevo etiquetado inclusivo para aquellas personas que tengan discapacidad visual, después de que la reforma de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios del pasado mes febrero las reconociera como “consumidores vulnerables” al no estar en igualdad de condiciones que el resto.

Ha sido precisamente este lunes cuando ha arrancado el proceso con la consulta pública previa para regular reglamentariamente un etiquetado en alfabeto braille y otros formatos, como el QR, que garanticen la accesibilidad de bienes y productos de consumo de especial relevancia para la protección de estas personas.

El nuevo etiquetado se implementará en primer lugar en todos los productos de consumo general empaquetados (carnes, pescados, huevos, leche, café, conservas…) y en los potencialmente peligrosos, como aquellos vinculados a la higiene, plaguicidas, abonos, pegamentos, encendedores, cerillas o bombonas de gas, etc.

Será obligatorio que el etiquetado contenga la información mínima básica, como la denominación, la naturaleza, la fecha de caducidad, el consumo preferente o los alérgenos. Además, también debe añadir información dinámica y extensiva del mismo, como nombre y dirección de la empresa productora, composición y finalidad del producto, calidad, cantidad neta o categoría, fecha de producción, sistema de información nutricional e instrucciones para su correcto uso o consumo.