Casi todxs hemos fantaseado alguna vez con abandonar el mundanal ruido digital de las redes sociales, cerrar de un portazo nuestras cuentas de Twitter o Instagram y fundar un retiro de gatos donde encontrar la paz y la espiritualidad acariciando mininos todo el santo día. 

Si escapar totalmente de las garras del Gran Ojo de Internet no es posible, esta clase de desconexiones digitales al menos nos permiten abrir un ventanuco y respirar hondo en este capitalismo de plataformas que nos exige ser nuestra mejor versión, a costa de derretir nuestra salud mental en trocitos (ya se ha demostrado con informes de la propia Meta que Instagram es tóxico para nuestra salud mental). Ni siquiera a los dioses en la tierra, las celebridades, son inmunes a esta voracidad digital que escupe nuestros trozos a la que te descuides. Muchxs famosxs también decidieron en algún momento ‘chapar’ sus redes y tomarse un descanso de la hipervigilancia, los haters con altavoz y la exigencia constante de contenido y buena imagen.

“Desintoxicarse” del móvil, ese fue el argumento que utilizó la ex de Shawn Mendes en diciembre de 2021 para anunciar que se distanciaría del maremoto digital en que vivimos. "Voy a hacer una pequeña desintoxicación de las redes hasta el año nuevo. Solo quiero pasar un poco menos de tiempo con mi móvil esta semana. Os quiero".

El mensaje no sorprendió a nadie, pues la propia Cabello ya había confesado en varias entrevistas que sufre ansiedad desde hace muchos años, antes incluso de ser famosa. Su salida del mapa coincidía además con la ruptura con Shawn Mendes, una de las grandes parejas del mundo del pop comercial contemporáneo. Un cóctel de drama, desintoxicación, descanso y toma de distancia siempre mejor que un cóctel de barbitúricos después de ‘petar’ por la presión. Ni Camila ni nadie se lo merece.

También en 2021 anunció Dulceida que necesitaba ‘chapar’ sus cuentas en redes por un tiempo indeterminado. "Me siento perdida y necesito encontrar el camino para recuperar mi alegría y volver a reconocerme, volver a ser yo y volver a quererme". La influencer española, una de esas figuras sin las que no se entiende el panorama de estrellas surgido a raíz del crecimiento de Youtube e Instagram en la última década, explicaba que la muerte de su abuela había sido un golpe difícil de procesar, y a ello se sumaba el acoso en redes que sufría desde hace meses por la relación con su pareja.

"Por estas razones, por mí y por mi salud mental, necesito parar. Soy una persona muy fuerte y nunca pensé que podría llegar a sentirme como me siento hoy, pero yo misma me estoy haciendo daño y no puedo más. En algunos momentos soy mi peor enemiga exigiéndome y machacándome, estoy segura de que muchos me entenderéis".

"Me despertaba por la mañana y lo primero que hacía era mirarlo, me iba a la cama y lo último que hacía era mirarlo”, le dijo Jenner a Ellen Degeneres en su programa en 2018. “Simplemente sentía que esto era un claro síntoma de dependencia. Tampoco pensé que le importara a nadie". Dicho y hecho: se las cerró una temporada.

En el caso de la ex chica Disney, la partida a tierras más tranquilas, las de la desconexión digital, se debió a la hipervigilancia crítica de los cambios en su cuerpo, uno de los motivos más comunes por el que las famosas abandonan las redes. "Me estaba afectando”, explicó Gómez para hablar de por qué había cerrado temporalmente su cuenta de Instagram.

“Me hacía sentir deprimida y mal conmigo misma. Veía mi cuerpo de manera diferente. Antes usaba muchísimo Instagram, pero se ha convertido en algo realmente perjudicial para la gente joven y para mí también. Dedicar tanto tiempo a mirar los comentarios y dejar que te influyan, es poco saludable".

Desde que participara en OT y se convirtiera en uno de los concursantes más polémicos y salseantes, como después, con su gusto por la polémica constante, Cepeda ha lidiado con todo tipo de guerras cruentas en redes hechas a la medida de sus bravuconerías. Sus encontronazos con usuarixs o con comunidades enteras se cuentan por decenas. Vamos, que ha subido el pan cada vez que ha hablado estos años. 

Todas sus salidas de redes, sus escapadas al mundo real, siempre han sido detonaciones controladas. A veces se cerraba Instagram durante semanas; otras, Twitter, donde ha vivido las enganchadas más cruentas con sus haters, y de la que suele echar pestes. "[En Twitter] están los mayores extremos de todo en esa red social. Así que nos vemos por aquí y por TikTok o todas las redes sociales que no estén contaminadas". En resumen: Cepeda es de abandonar las redes sociales, pero poquito.

Sheeran solo duró un año en esto de tirar la llave de las redes y dedicarse a la contemplación; concretamente, a leer, pensar y descansar.

Lo hizo en 2019, cuando anunció (sí, en sus propias cuentas en redes) que necesitaba un tiempo para descubrirse a sí mismo, apearse de la industria musical y distanciarse de la que entonces era su red social principal: Instagram. Poner tus pensamientos en orden sale muy barato si tu fortuna asciende a varios millones de euros y, cuando regreses a la vida con energías renovadas, tus fans te seguirán recordando con el mismo amor.