Kim Kardashian sorprendió a todo el mundo en la Met Gala desfilando por la alfombra roja con el mítico vestido que llevó en 1962 Marilyn Monroe cuando le cantó el 'Happy Birthday' al que por entonces era presidente de Estados Unidos John F. Kennedy.

La empresaria e influencer causó furor con esta decisión estética, pero semanas más tarde salieron a la luz los daños que habría causado al vestido. En las redes sociales se viralizó un collage en el que se podía ver cómo estaba en teoría la prenda antes de ponérselo la Kardashian y cómo ha quedado después de usarlo. En la fotografía se podía ver que había cristales sueltos y que la tela estaba algo rasgada.

No obstante, el museo Ripley’s Belive it or Not!, que adquirió el vestido en 2016, asegura que esta prenda estaba ya así cuando la compraron y que, por tanto, la culpable de haber causado ese daño en el vestido no ha sido Kim Kardashian, ni mucho menos.

Quien también ha querido hablar de esta acusación que se ha hecho sobre su persona ha sido la propia Kim Kardashian este martes en el programa de televisión ‘The Today Show’: “No, Ripley’s y yo trabajamos en conjunto para que se manejara el vestido con guantes mientras me ayudaban a ponérmelo”, aseguró la empresaria.

Además, ha aclarado que el proceso de ponerse el vestido no fue en absoluto sencillo, sino todo lo contrario, ya que está valorado actualmente en 114.000 dólares.

También ha querido dejar claro y responder a uno de los grandes misterios de la noche: ¿Fue todo el tiempo con el vestido original puesto? La respuesta es que no: “Llegué a la alfombra roja usando una bata y pantuflas, y me puse el vestido justo antes de desfilar por ahí. Quizá lo tuve puesto por tres o cuatro minutos”, ha asegurado Kim.

Por tanto, tras la alfombra roja, lo que hizo la celebridad fue ponerse una réplica exacta y así poder disfrutar de la noche sin preocuparse por el estado del vestido.

Para Kim Kardashian, la figura de Marilyn Monroe en la historia americana es sagrada y es por eso, y por el valor económico del vestido, que no quería causarle ningún daño a la prenda: “Respeto a Marilyn y entiendo lo mucho que esto representa para la historia del país. Como el tema de la Met Gala era algo representativo de ser americano, pensé: ‘¿Qué es más americano que usar el vestido de Marilyn Monroe con el que cantó Feliz Cumpleaños al presidente de USA?’”.

Por último, quiso dejar claro que para ella fue un auténtico honor poder vestir esta prenda aunque tan solo fuera durante unos 5 minutos: “Me siento muy honrada por llevar el vestido icónico que usó Marilyn Monroe en 1962 para cantar ‘Feliz cumpleaños’ al presidente John F. Kennedy. Es un impresionante vestido ceñido adornado con más de seis mil cristales cosidos a mano por el costumier Jean Louis”.